Permítanme una introducción: en el mundo japonés, Iki es un concepto que recoge el estilo refinado, chic, con clase, espontáneo y sin artificios, común en moda, arquitectura y personalidad. Iki equivale al cool anglosajón y al alma de nuestro entorno. Visto así, para hablarles de la reciente inauguración de Iki, The Girls Gallery. En esa galería resucitada hace bien poco, allá en Fernández del Campo y con mucho gusto echa raíces eso que les dije, Iki, The Girls Gallery, en ese pasillo donde Bilbao se repliega para contarse secretos. Allí el neón todavía parecía no creerse del todo que lo hubieran encendido para siempre. Tres amigas de la península de Ametzola, Laura Martín, Katrin Insulina y Olaia Hernández han unido fuerzas, ideas, creatividad y sensaciones para, de la mano de Pinks Papese (el oficio de vigilante de la calle que gasto me obliga a decirles que se llama Patirke Morante pero olviden ya ese nombre..) abrir una galería. “No podíamos hacerlo sin montar un buen lío”, dicen. “Es de una corrección intolerable”. The Curiousers organizó el sarao que se merecía la historia.

En un rincón, un grupo de chicas jóvenes debatía sobre un lienzo en el que una figura femenina parecía deshacerse y recomponerse a la vez. “Es como nosotras los lunes”, reía una. Pero la inauguración ea algo más que bromas; era la puerta abierta a una exposición de arte, moda, decoración y fotografía, donde The Curiousers ejerció de curadora con la complicidad descarada de IKI-The Girls Gallery para traer a Bilbao una selección de artistas como Judas Arrieta, maestro zen arrebatado del manga; Pablo Ochoa de Olza, conocido por su transición del graffiti a la pintura y su formación en restauración de arte y robótica de pintura; Cova Orgaz y sus patos de cartón; Luis Feo, un hiperrealista que se apoya en su gran dominio del grafito y el aerógrafo; María Cobas, quien utiliza la hibridación corporal mujer-animal de una forma simbólica; Nena Loaysa o, lo que es lo mismo TKM.XOXO, creadora de los Marixoxos; Iván Morán, fotógrafo afincado en Ámsterdam, y Rafa Peinado, sombrerero residente en Londres entre otras clarividencias.

Iki se presentó al mundo como quien enseña por fin una herida que ha aprendido a ser ala: un proyecto dedicado a ellas, a las que crean, a las que sostienen, a las que a veces se quedan sin sitio en las paredes de siempre. Abrir un espacio cultural siempre es un acto de cabezonería luminosa. A la cita no faltaron Jagoba Sanesteban, la modelo Ania López, Borja Elorza, de paso, Olga Zulueta, Jorge Aio y María Loizaga, Elena Asolo, Elena Busturia, Cristina Maruri, Marta Pradera, Fernando Zabala, Patxi Bascaran, Roberto Nuño, Naiara Salinas, Yaiza López, Iván Sáenz de la Fuente y un puñadito más de gente que se sintieron, al entrar, cruzando el umbral al País de las Maravillas, que se sintieron Alicia o el gato Chesire.