Esta es la historia en la que se cruzan aquel Bilbao de los imposibles, sembrado de películas ochenteras, apocalípticas y llenas de tribus nocturnas con patines, bates de baseball y un exceso de maquillaje fluorescente que cabe en el cómic Bilbae Nagusi, relato que nace de la imaginación efervescente de Daniel Gojenola, con la aparición en escena de la dama de las tablas, Lola Herrera, quien regresó ayer a los teatros de la villa (al teatro Campos Elíseos, más en concreto...) junto a Natalia Dicenta y Carlos Olalla en la interpretación de Camino a la meca, obra de Athol Fugard, con adaptación de Claudio Tolcachir, pieza inspirada en una mujer real, Helen Martins, que se rebeló contra todos los estamentos de su época. Tal y como rezaban los programas de mano, se trata de “un ser que persigue el deseo, la luz de la inspiración que no corresponde a ninguna edad ni a ninguna generación. Alguien que prefiere las preguntas a las certezas, que valora su libertad y su autonomía enfrentando a su tiempo y al mundo que la rodea”. Dos historias, ya ven, que ayer volaron libres apenas a unos metros de distancia, desde la calle Euskalduna a la calle Bertendona, dos calles vecinas que se comunican por un callejón, cuestión que le da más misterio, si cabe, a esa hermandad.

Permítanme que mantenga el orden cronológico de la tarde. Daniel presentaba una recopilación de cinco grapas acompañado por el agitador cultural, si me permiten llamarle así, Kike Infame en presencia del dibujante Jokin Kaskajo y de Roberto Ruiz Sánchez, con Toni Mazas como embajador plenipotenciario de la librería Joker, hora y media antes de que se alzase el telón de la hermosa bombonera de Bilbao. En el cómic aparecen peluqueros, panaderas, grafiteros, basureros, marginados, charcuteros déspotas, aliens, tradición y... ¡magia! No logró atraer a posibles lectores, quizás porque no eran el día ni la hora pero la obra, créanme, merece la pena.

Kike Infame, Toni Mazas, de la librería Joker; y el autor del cómic ‘Bilbae Nagusi’, David Gojenola Jose Mari Martínez

Lo del Teatro Campos y la presencia de Lola Herrera fue otro cantar, cómo no. Días atrás la legendaria actriz le había comentado a mi compañera de DEIA, Maite Redondo, que “en nuestra sociedad la vejez está mal vista. Por eso me gusta Camino a la Meca”, añadió. La hora y media de duración de la obra resultó trepidante para la concurrencia. “Ha pasado en un santiamén”, me comentó Begoña Izagirre, una vieja amiga que acudió al estreno. Para mañana y pasado se anuncia que el teatro ofrecerá dos funciones accesibles para personas con discapacidad auditiva o visual. Una facilidad de agradecer.

El espacio Joker de la calle Euskalduna acoge la presentación de la obra ‘Bilbae Nagusi’ con su autor, David Gojenola

A la función de ayer acudieron el profesor y dramaturgo David Barbero, convaleciente aún de un accidente sufrido en el Camino de Santiago, Paco Hernández, Susana Morales, secretaria técnica del propio Teatro Campos; los jóvenes Alain Rodrigo y Mikele de Martín; Izaskun Atutxa, Maite Artetxe, Garbiñe Uriarte, Ainara Erauskin. María Ángeles Pérez, Mari Carmen Gómez, Mari Luz Gómez Barrutia, June Elorriaga, Susana Gorostiza, Asun Azkunaga, el crítico teatral Pedro Barea, quien fuera periodista de DEIA, Patxi Arteta, acompañado por Isabel Torres, Teresa Regil, Alejandra Gutiérrez, Inés Cevasco, Loli Álvarez, Charo Fernández, Nieves Ruiz, Arantza Madariaga, Juan Carlos Bilbao, José Luis Hernández, Maite Goikolea, Begoña Escudero, María Luisa Garate, María Jesús Pascual, Araceli Martínez, Andoni Urrutikoetxea, Joseba Aranguren, viejo seguidor confeso de Lola Herrera, Loli Muñoz, Carmen Artabe, Arantza Ortiz, Begoña Mendoza, Gloria Fernández y así toda una legión de hombres y mujeres. En los preámbulos se acercó una voz anónima para decirme algo así como “oiga usted, señor letrudo. Cuente que años atrás a Bilbao, entre agosto y septiembre, llegaban los rostros más predominantes del teatro. Hoy venimos a ver y a escuchar a Lola porque ya casi no nos queda”. Dicho queda.