Capta momentos fugaces (no por nada ese mismo es el título de su obra...) de artistas variopintos que plasma en blanco y negro, una fracción de su arte que se esfuma, que se evapora nada más ejecutarse. Les hablo de David Hornback (Los Ángeles, 1962), un artista de la fotografía que expone, desde ayer, en la galería Lumbreras. David es, como dicen quienes bien le conocen, un Pulitzer residente en Bilbao, habida cuenta que se hizo con la preciada distinción en 1989 con el equipo de San Jose Mercury News por un reportaje sobre el terremoto de San Francisco (EE.UU.). En el trabajo ayer expuesto inmortalizó a Estrella Berthet, Usoa Usain, Mabi Revuelta; la fótografa del Guggenheim, Erika Ede, quien acudió a la muestra en la galería Lumbreras acompañada por Vanessa Winship, una fotógrafa británica relevante (su currículum dice que ha ganado dos World Press Photo Awards y el PhotoEspaña Descubrimientos; que ha sido fotógrafa del año en los Sony World Photography Awards y que fue la primera mujer en conseguir el premio Henri Cartier-Bresson, ya ven...) que hoy pronuncia una conferencia en Azkuna Zentroa y cuya fotografía establece un diálogo con la marca dejada por el siglo XX a las personas y los lugares por los que han pasado; Igor Popov, Elan D’Orphium, Gabriel Ocina, Catherine Foulkrod, Betto Snay, David Martín, Adriana Laespada, Nora Aurrekoetxea, Rita Thende Mingomba, Ena Fernández y María Andrés. Un puñado de ellos acudió a la cita.

Al tiempo Garazi Etxebarria Azurmendi apareció como la primera de los cuatro artistas que expondrán en la galería, esta temporada 2024/2025, dentro de su proyecto Joven llama a joven. La suya es una curiosidad: maneja el spray y el acrílico para realizar unas creaciones. Con ello busca una expresión más directa y espontánea, utilizando un material que visualmente es reconocible en nuestro día a día. El color es una herramienta crucial en su proceso creativo, desde donde invoca a uno de los dioses de la vanguardia, Mark Rothko: de quien también extrae una cita: “No hay nada como una buena pintura acerca de nada”. Encaja con su trabajo.

Testigos de todo cuanto les cuento fueron la galerista Begoña Lumbreras, acompañada por Juan Manuel Lumbreras y María José Darriba, Josune Azurmendo, María Martínez, Aitor Valor, Gotzone Azurmendi; tres fotógrafos de largo recorrido: Agustín Sagasti, Juan Armentia, presidente de la Federación de Agrupaciones Fotográficas del País Vasco, y Jon Bernardo; Ángel Cañada; los artistas Edu López y Ana San Román; Arantza Zarate, Melissa Dacosta, María José Justiniano, Xabier Yartu; el fotógrafo Juan Carlos Rodríguez, Belén Sánchez, el escultor Efrén, Javier Agirre, Nerea Olasagasti, Aitor Intxausti, Josune Ortega, Maite Palacios y una mezcla de gentes que se movieron, arriba y abajo, por una galería que ayer relucía en sus contrastes.