La solidaridad es la ternura de los pueblos”, dijo la novelista nicaragüense Gioconda Belli con una sensibilidad especial. También se le escuchó al escritor estadounidense Elbert Hubbard decir algo así como que “el que da un gran servicio recibe una gran recompensa.” Estas y otras descripciones las habrán sentido todos los hombres y mujeres que, a lo largo del último medio siglo, han vivido a corazón abierto. ¡Qué siente ser y sentirse persona de bien!
La Fundación Antonio Menchaca celebró ayer el 50 aniversario de su creación con un evento en Bilbao en el que se visualizó la amplia labor a favor de la solidaridad y la inclusión social que ha desarrollado la entidad a lo largo del último medio siglo. Creada en 1974 por el escritor y empresario Antonio Menchaca Careaga, la Fundación ha entregado desde su nacimiento cerca de 4 millones de euros como apoyo económico a entidades que trabajan en labores solidarias, sobre todo en Bizkaia, si bien han recibido también ayudas organizaciones con proyectos en otros lugares.
Cuentan los testimonios que Antonio Menchaca Careaga creó la Fundación en recuerdo de su padre, el naviero y filántropo Antonio Menchaca de la Bodega, en unos años en los que las ayudas públicas eran escasas y surgían nuevas necesidades y demandas sociales. Entidades como Cáritas, Norai, Askabide, Margotu, Zabalketa o Bidesari, entre otras muchas, han recibido ayudas económicas por parte de la Fundación a lo largo de estos años para desarrollar diversos proyectos solidarios en Bizkaia.
Además de las ayudas económicas, la Fundación entrega también cada año sus Premios a la Solidaridad, que en palabras de Antonio Menchaca pretenden “honrar a quienes destacan por su entrega al prójimo”. Han sido distinguidas con el galardón numerosas personalidades y organizaciones destacadas en su ayuda a los desfavorecidos, como Cáritas, Aspace, el buque de rescate de migrantes Aita Mari, la ONCE, Salvamento de Perros de Euskadi, el cura y chef Luis Lezama o el Hospital San Juan de Dios. La propia Fundación Antonio Menchaca ha recibido el reconocimiento oficial de su labor por parte de la Diputación Foral de Bizkaia y el Banco de Alimentos.
Ayer lo recordaron y lo celebraron en un acto organizado en la Sala BBK, donde Almudena Cacho llevó las riendas de un acto donde Juana Lor fue la actriz que encarnó a la fundación en la representación teatral que recreó los orígenes, y Haizea Gómez, quien mostró sus dotes de cantautora. Le entregaron un ramo de flores a Gloria Urtiaga, viuda de Ardanza, y hubo mil y una maravillas: por ejemplo un aurresku de honor a cuya conclusión soplaron las velas de una tarta la presidenta María Menchaca, y los patronos de la fundación, es decir, Miguel Oraá, Pedro Ontoso, Diego de Azqueta, Carlos Royuela, María Menchaca, Gonzalo Corcóstegui, José Luis Alzola, Juan Carlos Sánchez y Ramón Blanco. Hubo un homenaje a la Diputación de Bizkaia, en cuyo nombre acudió Amaia Antxustegi, diputada de Acción Social; a la Fundación BBK, con su director general, Gorka Martínez, a la cabeza; a los Amigos Josu Montalbán y Ricardo Ansotegui; a los periodistas Enrique Campos, Eduardo Velasco y Ramón Bustamante, y al artista Mikeldi Donibane. Y a la cita no faltaron, además de los ya citados, Xabier Legarreta, director de Migración y Asilo del Gobierno vasco; Maite Iturrate, directora de Promoción Social de la Diputación, Iñigo Zubizarreta, Sonia Galén, madre de Haizea; Begoña Intxaustegi y Lander Jauregi, de Amiarte; Joseba Madariaga, presidente de Unicef Euskadi; Paula Martínez, Himawari Motojima y Jaime Bernar Borda, espíritu de la ONG Zabalketa; Oier Zuberogoitia, Juan Caelos Luengo, Aitor Ipiña, María de Miguel y un buen número de gente entregada.