ES una vieja costumbre civilizada: cuando alguien inaugura una nueva casa organiza una fiesta de bienvenida para sus amistades, para la gente cercana que tanto se alegra de esa apuesta por la mejora. Luego sucederá lo que suceda pero el cambio siempre apunta hacia el progreso, hacia la mejoría. En el año en el que cumple 45 de vida (solo le supera en edad la Asociación de comerciantes del Casco Viejo...), Bilbao Centro presentó ayer su nueva sede en la calle Indautxu, Se han movido apenas unos metros, desde el número 1 al 3, con el propósito de avanzar, eso sí, una barbaridad. De momento anuncian que han comprado el local (“la sede es ahora de Bilbao Centro..,”, comentó el presidente de Bilbao Centro, Adolfo Lorente, “... ¡y de Laboral Kutxa”, expresión que desató las risas de la concurrencia, incluidos Álvaro Parro y Joseba Olabarria, los dos emisarios de la entidad financiera) y que cuentan de 200 metros cuadrados, repartidos en dos alturas. En el pregón de bienvenida anunciaron, por boca del gerente Jorge Aio, que tienen espacio para realizar eventos gastronómicos y de moda, cursos de formación y eventos comerciales entre otras cuestiones de mucho uso. Como si fuesen una navaja suiza, vamos.
Antes de que comenzasen los turnos de palabra se procedió al pertinente corte de la cinta en el que participaron el consejero de Turismo, Comercio y Consumo, Javier Hurtado; el presidente de Bilbao Centro, Adolfo Lorente; el alcalde de Bilbao, Juan Mari Aburto (estuvo inmenso al pedir a la ciudadanía que comprase en las tiendas cercanas, “no solo por la satisfacción de una necesidad sino por vivir una experiencia”...), y Olga Zulueta.
Creo que se dice de la siguiente manera: “Aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid...”. Quiero decir que, ya que habían invitado a la gente cercana, aprovecharon para entregar los premios Arrain Pintxos Txakoli en un mediodía sabroso. Los elegidos para la gloria fueron los locales Mettxa, donde reina Rodrigo Pérez; Manuel Gómez y Xabier Alonso, del Markina, y Joana García, del bar Label. Además de los pertinentes diplomas se llevaron lotes de Bizkaiko Txakolina, entidad representada por Joserra Calvo y de conservas Cusumano, con Patxi Villegas como embajador. Los asistentes les vieron zarpar con las manos llenas y con indisimulada envidia.
A la cita, amenizada por los acordes del txistu de Lander Bilbao, hijo del gran Mikel Bilbao, se sumaron, además de los ya citados, el presidente de Cecobi, Pedro Campo; el presidente de Bilbao Dendak, Rafa Gardeazabal; Xabier Ochandiano, Amaia Arregi, Itxaso Erroteta, Jon Bilbao, Idoia Gutiérrez, en nombre de DEIA; María Berta Campo; la directora de Consumo del Gobierno vasco, Elena Moreno, Itxaso Erroteta; el senador Alfonso Gil, Eider Bilbao, Yolanda Díez, Isidro Elezgarai, Janite Torvisco, en nombre de la Asociación de Comerciantes del Casco Viejo; Beatriz Marcos, Asier López, director de Espacio público, Alex Aguado y un sinfín de gente más.
La gente entraba y salía del nuevo local, con txakolis y gildas para su avituallamiento. Hablaban maravillas de lo visto y de las vacaciones que ya se avecinan. Entre los presentes se encontraban, además de los ya citados, Lorea Bilbao, Aritz Abaroa; el fotógrafo Txema Maura, María Loizaga, Arturo Trueba, Eva María Carreras, Elena Busturia, Isabel Asolo, Gloria Moreno, Mikel Urrutia, quien se encontró de paso con el evento, vecinos como Javier Madariaga, Nekane Azkarate e Igor Madariaga, Ander Muñoz, Kepa Ortega y un buen puñado de gentes que bien saben lo necesario que resulta el comercio en una ciudad pujante. Lo celebraron de lo lindo y preguntaban, porque saben la que se avecina, cuándo se celebrarán las fiestas del Carmen. Esto es un sinparar.