El Hotel Carlton acoge la presentación de la novela ‘Una isla para esconderse’ y el Ein Prosit la de la cerveza Braupakt
EL de ayer fue uno de esos días de campamento en los que al caer la noche se cuentan buenas historias alrededor de la hoguera. Una tarde noche cargada de relatos en la que en el Hotel Carlton se tuvo noticia de la quinta novela de Elena Moreno, titulada Una isla para esconderse, donde aparece un joyero bilbaino que busca los restos (los diamantes, quiero decir...) del collar de Maria Antonieta, una vez guillotinada, en la isla de Formentera. Y donde también se organizó una cata mayúscula para presentar una nueva edición de Braupakt (la palabra germana significa, en castellano, “pacto cervecero”...), el pacto cervecero entre dos de las mejores cervecerías del mundo, la Weihenstephan alemana y la St. Bernardus belga. Para hablarles de esta tradición es mejor ceder la palabra a Erik Coene, un druida de las cervezas que conoce los más profundos secretos de la legendaria bebida. Si quieren datos más concretos y menos poéticos, diremos que es el CEO de Cervebel, es decir los importadores de esta cerveza. Sabe latín con acento bávaro.
Fue por tanto Erik quien contó que es una Blonde Ale elaborada en la fábrica de Weihenstephaner. Se trata de una cerveza de edición limitada, que nace de la colaboración de dos cerveceras con mucha historia detrás. Es el caso de Weihenstephaner, que es la más antigua del mundo (la fábrica monasterio está instalada en Freising, la ciudad de la que era obispo Benedicto XVI cuando fue nombrado Papa...), ya que data del año 1040 y St. Bernardus, la cervecera belga con más tradición y más reconocida. En la etiqueta puede verse el monasterio de Weihenstephaner, un monje de St. Bernardus y San Cervin, patrono de la ciudad. Esta año la Braupakt ha sido elaborada por maestros cerveceros belgas siguiendo la ley de la pureza bávara, que no es obligada en Bélgica.
Volvamos al libro. Le acompñaron a Elena en la presentación Myriam García Otero y Josu Fuentes y a la cita vivida en el salón azul del Carlton no faltaron Pedro Rojas, Marta Moreno, Rocío Rojas, María Teresa Otero, Iria Padrón, Elena Pérez, Begoña Moreno, Alicia Pérez, Juan Carlos de Rojo, Xabier Garmendia y un buen puñado de amigos. Disfrutaron de la intriga.
El mismo goce, aunque por otras razones, fue el que se vivió en el Ein Prosit, donde los Thate Brothers (Enrique, Carmen y Alfredo Thate al aparato...) presentaron una salchicha especial como compañia de la Braupakt. Aplaudieron esa pareja Roberto Larriol, Iñigo Urrutia, Mariano Gómez, Ricardo Martín Ariño, José Antonio Nielfa, La Otxoa, Javier Barcos, Félix Ayarza, Vanesa Pérez, Iñigo Lazkano Rafa Beato, Jon Uriarte, Juan Carlos Martínez, Carmen Hernández, Izaskun Mendizabal, Joseba González, Miren Agirre y un buen puñado de gente interesada en la larga historia de la cerveza y, sobre todo, en el largo sabor de una cerveza que brota de la tradición. Los presentes disfrutaron de lo lindo.