ES un juego de equilibrios, una apuesta de la música ancestral que se proyecta hacia el futuro, dándose un baño de modernidad. Korrontzi es una banda folk fundada por Agus Barandiaran, alma de trikitixa y voz del pueblo. Su objetivo, al formar la banda en 2004, era el de dar a la música popular vasca, así como a los sonidos ancestrales y tradicionales de su tierra, un aspecto más moderno y contemporáneo, pero siempre desde la perspectiva de una música basada en la trikitixa y otros instrumentos tradicionales como la txalaparta o la alboka, sin olvidar nunca el respeto absoluto a toda la tradición que había recibido de su primer maestro, el trikitilari Rufino Arrola. Le acompañan en el escenario Alberto Rodríguez (guitarra y mandolina), Ander Hurtado de Saratxo (batería y percusión) y Kike Mora (bajo y contrabajo).

Ayer presentaron en el Teatro Campos Korrontzi 20, su último trabajo con el que conmemoran su vigésimo aniversario en un concierto que arrastraba tras de sí un fin solidario: ayudar a la ONG Zaporeak. Su trabajo es extraordinario: consigue transmitir, con la fuerza y energía de sus directos, sonidos y danzas enraizadas en la antigüedad, así como proyectar las nuevas tendencias del folk. El disco es un doble CD con un libro gráfico de 100 páginas.

Explicarlo así queda pobre. Se trata de un proyecto muy ambicioso en el que el grupo ha contado con la ayuda del productor portugués Luis Peixoto para versionar algunos de los temas imprescindibles del repertorio de Korrontzi, así como producir otros nuevos para la ocasión. En total 20 temas, con 20 colaboradores, entre los que aparecen nombres como el de Phil Cunningham, Michael McGoldrick, Luar Na Lubre Iñigo ETS, Alex Gatibu, Gozategi y alguna otra sorpresa más.

Media hora antes de que comenzase el concierto algunos de los integrantes ensayaban en el propio vestíbulo del teatro Arriaga. Allí pudo verse, por ejemplo, a Martina Lasa, Paule Aldasoro, Itzea Sansebastian y Nagore Dorronsoro, integrantes de Oinarin Dantza Taldea, de Lazkao, aún con las puertas del teatro abiertas.

Entre quienes se movían por taquilla, medio vestíbulo, el abierto, y la calle se encontraban José Antonio Nielfa, La Otxoa, que entre los días 5, 6 y 7 de enero del año entrante reaparecerá con su trabajo de despedida Agur, Otxoa Feroz! en el propio Teatro Campos Elíseos; Tamara Sáez e Iñigo Sánchez, dos de los muchos que se fotografiaron con él; Xabier Mendigurenk, Begoña Artetxe, Josune Garai, Miren Otalora, Blanca Vesga, Iñaki Ortuzar, Idoia Urrutikoetxea, Santi Cuadrado, Maite Gartzia, Amaia Abarrategi, Marga Mercader, Ainhoa Urrutia y Goizea Martínez, entre una concurrida asistencia cuya cola llegaba desde el propio teatro a Alameda Urquijo.

Allí se encontraban Begoña Iturriaga, Xabier Bengoa, Isabel Martín, Irkus Bilbao Pérez, Oihane Basabe, Karmele Delgado, Mikel Etxebarria, David González, Ane Aranaz, Ane Aramendi, Beñat Bengoetxea, Garikoitz Fernández, Aitor Unanue, Fernando Martínez, Gaizka Hernández, Natxo Olabarria, Gorka Muguruza, Ane Elosegi y así hasta poblar la sala de butacas de gente interesada con la música de Korrontzi. Algunos aseguraban que conocen a la banda de tiempo ha. Y una voz anónima sugiere, entre susurros, que mire dónde han tocado. Invoco a la santa memoria de internet y la nómina le deja a uno pasmado. Bélgica, EE.UU., Rumania, Cabo Verde, Irlanda, Brasil, Malasia, Escocia, Holanda, Grecia, Italia, Canadá, Hungría, Portugal, Inglaterra, Chipre, Marruecos, Alemania, Croacia, Eslovenia, Austria, República Checa… ¡La bomba!