RARA vez se ve. No es común que la sociedad se detenga y rinda un aplauso insólito a quien ha dejado huella en el camino. Nada habitual. Y ni les cuento si les hablo del campo minado del periodismo, donde apenas cabe un elogio. Algo de eso vino a decir ayer el viejo profesor Iñaki Iriarte (en su etapa de director de DEIA contrató a Amatiño para algunos de sus primeros pasos...) en unas de las intervenciones, espolvoreadas con vídeos a caballo entre lo histórico y lo sentimental, que dieron cuerpo al homenaje rendido a Luis Aranberri, Amatiño (el apodo proviene del caserío de su abuelo materno...) en el auditorio del Museo Guggenheim. Fue una idea del presidente de Petronor, tierra donde Luis cierra su trayectoria profesional, Emiliano López Atxurra, quien lanzó el órdago de la reunión. Salió a las mil maravillas no sé, quizás porque Amatiño está hecho de acero inolvidable.

De acero, sí. Porque su fama de tipo duro y cuajado le precede. Inolvidable, también por su lucha por el euskera y la cultura, su permanente brega en los medios de comunicación, en la política, en la empresa. “Decir Amatiño en Euskadi, es pensar en muchos momentos clave de nuestra historia reciente” dijo Vanesa Sánchez, la presentadora del acto. “De ahí que hoy estemos reunidas personas de ámbitos tan dispares como la empresa, el periodismo, la política, así como su familia. Y también del euskera, una lengua con la que lleva comprometido toda la vida y en la que empezó a escribir crónicas locales a los 18 años aquel chico tímido de Eibar...”

Así comenzó este recorrido por el río sentimental de la memoria. Y allí estaban presentes Josu Jon Imaz; el CEO de Petronor, José Ignacio Zudaire, José Luque; el director del Museo de Bellas Artes, Miguel Zugaza; el presidente de Euskaltzaindia, Andres Urrutia, José Manuel de la Sen, Elías Unzueta, Carmelo Lezana, Aitor Cobanera; el pintor Jesús Mari Lazkano, Ana Elordui, el dramaturgo David Barbero, el viceconsejero Rodrigo Gartzía Azurmendi. Roberto Urkitza, Igor del Busto, Mercedes Rodríguez, Jesús Galindo, el científico Juan Ignacio Pérez, José Ignacio Usabiaga, Carmelo Garitaonandia, Chaira Larrea, Aitor Cobanera, Pedro Ruiz Aldarsoro, padre padrone de Pausoka, Marta G. Maruri, Guillermo Zuaznabar, conservador del Bellas Artes; Iñigo Alberdi y Nekane Díaz, de la Sociedad Coral, Naia Egaña, Virginia Knör, Amaia Goikoetxea, Carmen Peñafiel, Pedro Mari Goikoetxea; familia cercana de Luis como Jon Aranberri, Idurre Furones, Ibon Aranberri y Nere Aranberri; Janire Beguiristain, Andreu Culler, Saioa Zubizarreta y otra mucha gente que al andar hizo camino junto a Amatiño. Gente que ha sido testigo de un tiempo febril, ajetreado y apasionante.