UERON dos pueblos mirándose a los ojos, conociéndose y reconociéndose: el hebreo y el vasco. La cita tuvo lugar en la Sociedad Bilbaina, tierra de concorcodias hoy en día, que preside Juan Ignacio Goiria. Sin guiones, sin cortapisas, a pecho descubierto. La cita fue organizada por la Asociación Vasca de Amigos de Israel/Israelekiko Adiskidetasun Euskal Elkartea (A.V.A.I./I.A.E.E.) creada en 2014 que preside Jon Go-tzon Laburu, entidad que llamó a la mesa presidencial a la embajadora de Israel en España, Rodica Radian-Gordon para entablar un coloquio entre ella y los más de 90 comensales que se acercaron a la cita. No había órdenes de ningún tipo y la propia Rodica, mujer cosmopolita y diplomática, no esquivó ni una sola pregunta de una noche en la que se habló de lo divino y de lo humano. La cultura, la sociedad y la empresa hebreas fueron los temas más recurrentes de la conversación mientras que la política pasaba de soslayo por el coloquio. Se llevo, eso parece, una imagen amable del pueblo vasco.

Al tiempo que los asistentes iban llegando cargados de curiosidad al comedor donde tuvo lugar la cita -del recuento se extraen varias notas: 92 asistentes, repartidos en mesas de no más de ocho comensales y una cena tipo cóctel, según rezaba la etiqueta...-, la embajadora se saludaba con el presidete de la Sociedad Bilbaina en un salón privado para firmar en el libro de honor de la propia sociedad e intercambiar los primeros pareceres. Junto a los tres, Rodica, Juan y Jon Gotzon (fue él mismo quien llevó las riendas del coloquio...), se encontraban Alberto García Erauzkin, Susana Palomino y Tomás González, cónsul de Brasil, para completar el cuadro del retablo de los anfitriones y los invitados principales.

Sobrepasadas las ocho de la tarde, una representación de la diplomacia, la cultura y la sociedad vasca hacían guardia. Manu Suárez y Myriam Torres vigilaban para que el engranaje de la cita funcionase a las mil maravillas. Lo hizo. Entre los madrugadores se encontraban el subdelegado del Gobierno, Vicente Reyes, y Maite Lozano quienes llegaron casi al tiempo que Juan José Gaviña y Teresa Querejazu. Se respiraba en la atmósfera la curiosidad y el interés, habida cuenta que Israel no es un país que acostumbre a asomarse por las ventanas abiertas de par en par.

Ayer lo hizo. Y de toda esa demostración brotaron algunas leyendas que cayeron en el saco de los cuentos chinos y algunas verdades sospechadas que se confirmaron. De todo ello tomaron buena nota Germán Barbier, Rocío Avancini, Juan Antonio Porras, Javier Bikarregi, Iñaki Nubla Otaola, Estibaliz Arenzana, Juanan Bilbao, el fotógrafo Txema Maura inmortalizando la tarde noche, Andoni Erkiaga, Alfonso Martíne z Cearra, Carlos Lertxundi, Sylvie Lagneaux., Magadalena Múgica, el arquitecto Fernando Barrio; la presidenta del Club Mujer Siglo XXI, Carmen Miral, Iñaki Irastorza, Teresa de la Torre, Juan Carlos Pérez Unzueta, Javier Unda, María Jesús Bilbao, Isidoro Beltrán de Heredia, la historiadora María Jesús Cava, Mara Sánchez Ocharan, Miguel Sánchez Ocharan, Guillermo Barredo, Fatiah El Kamouri, Ricardo Davis, Mercedes Olabarri, José Luis Sagarduy, Luis Mauleón, Anton Pipaon, Iñaki Madariaga, Eduardo Santos, Luis Pastor, Sandra Sánchez y un buen número de asistentes que conocieron más de cerca a Rodica y a Israel.

Entre 2016 y 2019 Rodica ha sido directora general de Asuntos Europeos en el Ministerio de Relaciones Exteriores (MFA) y embajadora de Israel en México (2010-2015), ocupando además otros cargos diplomáticos y políticos en su país. Era, como ven, una buena emisaria del pueblo hebreo para perfilar un retrato de este en el siglo XXI. La cena, como les dije, estuvo animada y entretenida para quienes la vivieron de primera mano.

La embajadora de Israel en España, Rodica Radian-Gordon, preside una cena coloquio sobre su pais en la Sociedad Bilbaina

Cita organizada por la Asociación Vasca de Amigos de Israel/Israelekiko Adiskidetasun Euskal Elkartea (A.V.A. I./I.A.E.E.)