MÁGENES a juego con la música como si fuesen una prenda de Balenciaga, lugares de encuentros, pasiones desatadas y guiños a la gran pantalla y sus mitos, todo ello con un fin provocador, a la vez que elegante y estético. Ese es el recorrido del armonioso viaje por la memoria propuesto, ayer y hoy, por la Orquesta Sinfónica de Acordeones de Bilbao que se sujeta por la pericia de sus integrantes y la lucha sin desmayo de Asier y Amagoia Loroño, dos Atlas que sujetan sobre sus hombros el cielo de la música que produce el acordeón.
La Orquesta Sinfónica de Acordeones de Bilbao ha creado un espectáculo musical interactivo, Bizkaia hauspoka, dirigido a personas maduras con el objetivo de hacer gozar a las mismas con los viejos clásicos populares que han formado parte de sus vidas, en una versión actualizada, ligera, participativa y ágil. Fue toda una delicia hecha a medida. En ese cajón de magias tuvo también su presencia la música vasca que forma parte de nuestra vida y nuestra memoria. A la función celebrada en el Teatro Campos Elíseos, asistieron multitud de afiliados de la Asociación Nagusiak que preside Roberto Martínez Elorrio, dentro de su política de acercamiento de la cultura y la música en directo a las personas maduras, en ese rumbo de envejecimiento activo que pone proa a un mañana con vida. El espectáculo, patrocinado por el Área de Cultura del Ayuntamiento de Bilbao, y el Departamento de Euskera, Cultura y Deportes de la Diputación Foral de Bizkaia, hizo mover el esqueleto a la concurrencia, reír a mandíbula batiente y disfrutar de lo lindo con sus recuerdos.
Llevó las riendas del despendole con sentido Agurtzane Bilbao y los hermanos Egoitz y Maider Astigarraga actuaron caracterizados para dibujar una sonrisa más: el primero, de Don Diego López de Haro y ella, del pastel más clásico de la villa, la sempiterna carolina. A una u otra orilla de la tarde, la gente fue arremolinándose para el disfrute. Y en la escena de esta crónica de celebraciones aparecieron Iñigo Uriarte con Eneko Loroño, Iñaki Lasagabaster, Isabel Martínez, Lorena Cartagena, Olaia Azaceta o Arantza Camarero, entre otros nombres propios que trabajaron en la tramoya para que la tarde se ejercitase en una pirueta de diversiones continuas y sinfín.
Fue una tarde abundante de gente madura que iba acercándose a la cita con expectación. No en vano, el espectáculo de Bizkaia hauspoka ya les había puesto la miel en los labios el pasado año, cuando hubo de suspenderse por los estragos del covid. Curiosamente, no poca gente de la fotografiada quería bajarse la mascarilla para la instantánea "porque ya estamos vacunados". Diríase que fue un ejemplo de campo de cuánta gente de edad madura ya se siente protegida por la vacuna.
Al cabo reinó el sentido común y no hubo estriptis. A la cita, con la adecuada protección acudieron, entre otros nombres propios, Javier Hernández, Carmen Zubizarreta, María Luisa García, María Jesús Olaizola, Begoña Gutiérrez, Luisa Ortega, Mari Carmen Bilbao, María Ángeles Sarachaga, Anabel Conde, Conchi Echevarría, Isabel Martínez, Conchi Gómez, Loli Orue, Robustiano Camarero, Amparo Montaña, Yolanda Gómez, María José Domínguez, Esther Palacios, Mari Carmen Aranguren, Maite Orbegozo, Pilar Escudero, Jesús Madariaga, Joseba López, María Ángeles Muñoz, Yolanda Atutxa, José María Mendizabal, Carlos Ortega, José Luis Hernández, Ana Mari Benito, Laura Santamaría, Juan Pedro Goikoetxea, Socorro Sánchez y así toda una cohorte de hombres y mujeres de elevada edad media que disfrutaron a sus anchas mientras Amagoia reconocía que el Teatro Campos Elíseos era puro bombón sonoro. Su orquesta sonaba como los ángeles. Como acostumbra.
La Orquesta Sinfónica de Acordeones de Bilbao interpreta el espectáculo 'Bizkaia hauspoka' en el Teatro Campos Elíseos
Miembros de la Asociación Nagusiak participaron de manera activa en el 'show' que se apoya en imágenes y música vasca