NTES de que se abriese de par en par la trepidante historia que vino a contar Daniel Zulaika, graduado en Historia y asesor de la Fundación Elkano 500, en una conferencia sobre los marinos vizcainos del siglo XVI en la primera vuelta al mundo, hubo un tiempo de espera. Para saludarse, para fumar el penúltimo pitillo con urgencia, para esperar a los rezagados. En esos corrillos también hay interés. Por ejemplo, era digno de escuchar al director del Itsasmuseum, Jon Ruigómez, contando cómo al anochecer la grúa Carola se ilumina con un juego de luces que recrean un latido del viejo icono industrial. Fue digno verlo. También nos recordó que el viernes, 20 de noviembre, el museo cumple años. 17, creí entenderle. Uno de los presentes le preguntó "¿El 20-N?". Y la charla derivó hacia ese par de generaciones, si no son más, que no saben ponerle historia a esa fecha en concreto. Remató la faena otra voz que exclamó "¡Pero si no saben ni quién es Julen Guerrero, ¿cómo quieres que sepan esto!"

Hay varias lecturas sobre el asunto, Una, la edad de los interlocutores. Otra, el poco interés de mucha, muchísima gente por desgracia, por la historia que forjó su realidad. Y, sin embargo, cumplidas las normas de seguridad, no quedaba una silla libre de las cincuenta habilitadas para la conferencia de Zulaika. Y eso que iba a hablar de hombres con cierta edad, 500 años, década arriba, década abajo.

La conferencia fue organizada por la Asociación Vizcaina de Capitanes de la Marina Mercante (Avcmm) que preside Javier Zarragoikoetxea, alrededor de la conmemoración del quinto centenario de la primera vuelta al mundo completada por Juan Sebastián Elkano, en colaboración con Itsasmuseum.

Supimos que en la cubierta regresó el contramaestre Juan de Acurio, de 28 años, hijo de Bermeo; que el benjamín Juan de Zubileta dejó Burtzeña, en su Barakaldo natal, cuando tenía 12 años para ir a Sevilla. Con 13 se embarcó en la expedición de Magallanes-Elcano y regresó con 16 años tras haber llegado a los confines de la tierra, o que en la cofa, en lo más alto del palo mayor, con los ojos quemados por el salitre y agotado por un esfuerzo extremo de meses, iba el grumete Juan de Arratia, de Bilbao, que todavía no había cumplido los 18 años. Para todo ellos el mundo se les hizo nuevo y, como contó el propio Zulaika, también para Bizkaia. "La necesidad fue el impulso mayor de los vascos", recordó. "Había hierro y madera pero faltaba tecnología para hacer barcos, algo que solo trajeron los normandos cuando llegaron a Baiona. En la Edad Media Bizkaia era pobre y gobernaban los señores feudales, que procuraban las guerras. (...) Con la llegada de las villas -Lanestosa (Balmaseda), primero; y Ondarroa, Lekeitio, Bermeo, Portugalete y Bilbao después...- se alcanzaron ciertos estatutos de autonomía y todo cambió...".

Dejémoslo ahí. Y digamos que a la cita acudieron, además de los citados, el consejero de Cultura, Bingen Zupiria; Jon Irurzun, director de la Fundación Elkano; Benito Gutiérrez Garai, Manu Martínez Barturen, Félix Zulaika, hermano del conferenciante; Daniel Remón, Josu Hormaetxea, Francisca Nieto, Beñat Goikoetxea, Javier Ballesteros, Ander de Aranbalza, Edorta Agirre, Juan Sánchez, María Rodríguez, María Jesús Fontecha, María Jesús Pedrera, Itziar Etxabe, Ángel Osoro y toda una tripulación de hombres y mujeres que se embarcaron en la conferencia con la esperanza de revivir la vieja aventura. ¿Algún detalle más de la charla?, pregunta usted. Daniel, que también vivió en Bizkaia la aventura de lidiar con los primeros años del sida desde Osakidetza, mostró parte del testamento de Elkano. "(...) mando a Mari Hernández de Hernialde, madre de Domingo del Cano, mi hijo, cien ducados de oro, por cuanto seyendo moza virgen hube..." Ahí lo tienen.

Conferencia de Daniel Zulaika titulada 'El mundo de los marinos de Bizkaia que realizaron la primera circunnavegación'

La charla tuvo lugar en el Itsasmuseum y profundizó en el tipo de vida que llevó a los vascos a lanzarse a la mar en aquellos días