NO menciona el romanticismo en asuntos musicales y se mete en un jardín. No en vano, se trata de uno de los términos más profusamente utilizados en la historia de la música, principalmente para referirse a la música de arte compuesta durante el siglo XIX. La variedad de los contextos en los que aparece, usado indiferentemente como categoría estética, historiográfica e incluso sociológica, hace difícil su definición. ¡Qué le vamos a hacer!

Les cuento todo esto recién llegado del Palacio Euskalduna donde tronó la música de Wagner de la mano de la Euskadiko Orkestra, que dedica ahora su programa de conciertos al compositor alemán, bajo la batuta de Michel Tabachnik y, con la mezzosoprano Rinat Shaham como propietaria de la voz cantante y una de las voces más solicitadas hoy en el mundo melódico. Digamos, para redondear las notas del programa de mano virtual que Idilio de Sigfrido y Wesendonck Lieder, de Wagner, conformarán el núcleo del segundo programa de conciertos de la Temporada 2020-21 de Euskadiko Orkestra, que se completará con la Sinfonía número 35, Haffner, de Mozart, con la colaboración de Fundación Banco Sabadell. Entre los asistentes al primero de los dos conciertos celebrados en una sesión doble se recordaba que Richard Wagner, compuso un corpus de óperas en las que se acercó a grandes temas como el amor, la religión o la filosofía, y que son la quintaesencia del período de madurez del movimiento artístico romántico. Se escuchó su poderoso retumbar.

En el vestíbulo del auditorio se encontraron el consejero de Cultura y Política Lingüística, Bingen Zupiria, con el director general de Euskadiko Orkestra, Oriol Roch Izard, con Miren Elosegi por testigo. Faltaba el representante de la Fundación Sabadell que no pudo llegar por cuestiones epidemiológicas. Ausencias de hoy. Unida a esta nueva agenda de conciertos, las nuevas restricciones de movilidad entre municipios afectaron a una parte de los abonados, a quienes Euskadiko Orkestra anuncia que a finales de la temporada hará el ajuste correspondiente en el precio de su abono. Por supuesto, no hubo venta de entradas para estos conciertos debido a las restricciones del aforo ya citadas.

Así las cosas diremos que muchos de los asistentes se conocían por costumbre. Eran melómanos habituales. ¿Quieren algún ejemplo? Sin ir más lejos. Fernando Botanz, organizador del desfile Bilbao 1900 y colaborador de Onda Vasca con un espacio musical propio, Corazón de vinilo, en el programa de radio Nunca serás tan joven, se saludaba con Ana María Sainz e Itziar Belasko, a quienes conocía de otros conciertos en la iglesia de La Encarnación. A la cita se sumaron Lidia Niño, José Antonio García, María Isabel Ruiz Osma, Piedatu Álvarez, Elena González, María José Etxebarria, Begoña Igartua, Ana María García, Izaskun Mendizabal, José Antonio Hurtado, María Jesús Sojo Allende, Begoña Sojo Allende, María Cristina Arana, Belén Escribano y Carmen Acha Castresana, entre otros y otras. Como detalle, cabe reseñar que la segunda sesión de la tarde, que comenzó a las 20.15 horas, pudo verse y oírse el concierto en directo por streaming en eitb.eus y en la web de Euskadiko Orkestra. Merecía la pena. Más allá de la calidad de los músicos de la Euskadiko Orkestra, hay que reseñar que el director invitado, Michel Tabachnik, comenzó su carrera bajo la protección de Herbert von Karajan, quien le invitó a menudo a dirigir la Orquesta Filarmónica de Berlín, y como asistente de Igor Markevitch y Pierre Boulez, con quien trabajó mano a mano durante cuatro años. Tabachnik, que es también compositor y escritor de ensayos y novelas, ha mantenido largas relaciones con algunas de las orquestas más importantes de Europa. Su aparición ayer en Bilbao supo a gloria para la melomanía.

El Palacio Euskalduna se envolvió en un canto de música clásica bajo la batuta de Michel Tabachnik y la voz de Rinat Shaham

El programa 'Wagner' de Euskadiko Orkestra pudo seguirse en directo por 'streaming' en eitb.eus y euskadikoorkestra.eus