Erandio - Astrabudua, un barrio que hierve de actividad, un barrio que derrocha energía, se puso ayer el delantal para llenar, en esta ocasión, de ambiente gastronómico su corazón urbano. Tocaba concurso de putxeras y había que ponerse manos a la obra desde bien temprano y pasárselo en grande hasta bien tarde. A fuego lento y a risas rápidas, el certamen sirvió, de este modo, para disfrutar de un ambiente de lo más festivo. Y también sirvió, ni más ni menos, que 97 putxeras, así que la plaza Josu Murueta estuvo a rebosar de alubias para poner en aprietos al jurado.

El barrio erandioztarra acumula ya muchos platos en su estómago en los últimos tiempos, puesto que este concurso celebró ayer su séptima edición. Los vecinos se vuelcan en esta cita con los fogones que también impregnó de música esta parte de la localidad. Así que una vez más, gente de todas las edades se reunió en la plaza Josu Murueta y en sus inmediaciones para preparar las putxeras con los aderezos clásicos: chorizo, morcillas, tocino, productos porcinos, costilla, falda de vacuno... Todo el mundo le pone muchas ganas, como los guasones miembros de la cuadrilla Trakatunka. “Hemos participado todos los años, pero nunca hemos ganado. Al menos, en otros concursos del pueblo sí hemos conseguido premios: en el de sukalki, marmitako, paellas...”, contaban. Grupos de amigos, familias enteras, agrupaciones políticas municipales... Nadie dudó en ponerse a cocinar en la mañana de ayer para, así, colocar a Astrabudua en ebullición. Se prepararon alubias y también otras cosas para acompañar, porque la mezcla de olores delataba que en muchas mesas aguardaban buenas comilonas...

Sin embargo, las putxeras fueron las estrellas. Porque este plato emblemático ha calado en Bizkaia. Esta especialidad tiene su origen en una costumbre de los maquinistas de la línea ferroviaria que unía Bilbao y León: en invierno, cuando el frío les impedía bajar del tren para comer, los maquinistas calentaban la comida en un puchero o putxera, valiéndose del vapor de la máquina del tren. Y un buen de puñado de años después, este plato es indispensable para cocinar una buena fiesta en los municipios.

Desde la organización de este concurso de Astrabudua, a cargo del bar Coppi, realizaron una valoración positiva de la edición de este año, que entregó diez premios generales, además de cinco para distinguir las mejores locales. Dinero en metálico y trofeos se convirtieron en el mejor postre para unas alubias que ya tienen un inminente relevo, porque las putxeras por antonomasia, es decir las del concurso de Balmaseda, ya calientan fogones para servir el próximo miércoles el plato preferido de San Severino.