Gernika-Lumo - Son cinéfilos, muy cinéfilos. "Soy un cinéfilo enfermizo", apostilla Pedro Durana sobre su pasión. Otro tanto se podría decir de Doru Ionut Prisacariu, compañero del cineasta gernikarra, y que recientemente han presentado conjuntamente su último trabajo: la adaptación a audiovisual de la obra de teatro El banco redondo, puesta sobre las tablas del Lizeo Antzokia por un grupo de actores amateur gernikarras en noviembre de 2019. Pero ambos acumulan un largo listado de trabajos sobre diversos temas, "una humilde aportación" a una comarca como Busturialdea en la que "aún quedan muchas historias que contar".

Miembros activos del Zine Klub, Durana y Prisacariu han tirado de referencias del cine para realizar su último trabajo. Tres cámaras, con una central y dos laterales en cada ala del Lizeo, les ha permitido captar la obra y reconvertirla en un audiovisual que fue presentado el pasado 14 de febrero. "Lo intentamos hacer de la forma más práctica y viable posible", pero intentando tener como base el trabajo de Elia Kazan en Un tranvía llamado deseo o Fences, de Denzel Washington, entre otros. "La idea era plasmar lo que sucedía en el escenario, ilustrar lo que ocurría sobre las tablas", señalan. La premura con la que realizaron el encargo hizo que se centraran "en lo que acontecía. Y aunque podíamos haberlo hecho de otra forma, lo cierto es que quienes la han visto se han quedado encantados, han quedado muy a gusto con la labor", señala Durana. Prisacariu fue el encargado del trabajo de edición y el montaje "con el que le dimos más ritmo y también intentamos hacerlo de una forma más cinematográfica", incide el segundo.

Y es que Prisacariu y Durana ya estaban embarcados en otro proyecto cuando recibieron el encargo. Se trata de un documental centrado en la vida del antiguo seminario de Derio, por cuyas aulas pasó Durana durante 9 años. "Surgió de una forma espontánea en una reunión de exalumnos", narra. "El seminario tuvo su repercusión en la historia de Euskadi en los años 60, y quisimos plasmar eso en un proyecto audiovisual. Teníamos 30 horas de grabación, material inédito, 28 entrevistas a personajes como Xabier Amuriza, Juan Mari Apellaniz, Manu Etxebarria, José Ángel Ubieta... fue un amplio puzle al que tuvimos que ir dando forma". Ese trabajo recayó en Prisacariu. "Ha hecho un trabajo fenomenal", ensalza un Durana que quiso dejar constatada "una época de cambio" en la que, "cómo no, también hemos metido algunas referencias cinematográficas, como Ciudadano Kane". El documental ya ha sido visto en Gernika y en Bilbao, en Begoña. "Yo no viví aquella época", asume Prisacariu, "pero llegué a empaparme de la historia", de 70 minutos de duración final. "Ahora estamos embarcados en subtitular el documental, que esperamos concluir pronto", agregan.

Durana y Prisacariu, no obstante, acumulan un buen número de trabajos audiovisuales. "Y surgen todos de historias que estaban por contar. Por ejemplo, Basurdekumeak, sobre el club de rugby de Gernika. O Gernika Garretan, basada en un teatro popular realizado en la villa durante un aniversario en recuerdo del bombardeo". Durana, por su parte, tiene un amplio currículum con obras como Eskuak, Gernika. Euskadiko tragediaren atal bat, Erabakia. Cortos o documentales, la pasión por narrar historias en audiovisuales ha hecho que el gernikarra haya recibido algunos premios. El horizonte se asoma con un nuevo proyecto para los gernikarras. De hecho, ya andan preparando otro documental, que podría ver la luz en próximos meses y que tendrá "a la escuela de Artes y Oficios, la FP de Barrutia, que cumple 75 años, como protagonista. Bucearemos en su historia. Ya estamos pensando cómo darle forma", según adelantan.