Que el periódico nos ha dado un premio! La frase, pronunciada con cierta incredulidad nerviosa por varios de los galardonados, rebosa alegría y agradecimiento y contagia esa sensación tan bonita entre sus familiares y amigos. ¡Un premio, un premio! Pero, ¿por qué nos lo dan? Porque los DEIA Laboral Kutxa Hemendik Sariak son los reconocimientos a las pequeñas grandes cosas. Al valor supremo del día a día, a esa labor más callada, a los gestos que no acaparan titulares (bueno, estos días en DEIA sí), al esfuerzo generoso, al trabajo que fortalece, a las pasiones y aficiones que cruzan cualquier frontera... Para estas distinciones, todo eso no pasa desapercibido porque todas esas piezas permiten que una comarca, como la de Txorierri, respire y crezca. De todo esto iba el encuentro en la Kultur Etxea de Sondika celebrado ayer.

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En imágenes: Txorierri, una comarca de altos vuelos José Mari Martínez

Se cansó de llover cuando la gala iba a empezar y ello contribuyó a que el ambiente, cálido, cordial y cercano, fuera aún mejor. Con las hijas de Koldo Zubimendi, Lur e Izaro, muy orgullosas de lo alto que ha llegado su aita: hasta 6.800 metros ni más ni menos. Pero, realmente, no era el hasta dónde sino el cómo. De una manera única: nadie antes había llegado a la cima del Kharut II. Feliz estaban todos sus acompañantes en la velada de ayer: Bego Garrido, Itxaso Duque y Txema Zubimendi. También sonreía muy contenta la pequeña Laiene Tristantxo al sujetar fuerte el premio para el gimnasio Doyan, con Asier Rodríguez y su aita Ángel Rodríguez a la cabeza. Además de Jairo Guardiola, Alfredo Galán, Inma Merino, Rosa Fraguas y Araceli Navais. Un galardón del que se tenía que despojar Andoni Goikoetxea, como él mismo aseguró entre risas, para dárselo al Athletic como institución por ser la meca del fútbol base vizcaino. Los futuros talentos se miman en Lezama y este municipio está más que orgulloso de ello. Fue un placer para los asistentes poder coincidir con el exjugador rojiblanco, un hombre simpático y agradable. Seguro que estuvieron encantados los futbolistas del equipo de aficionados Tartanga, encabezados por Enrique Vázquez, acompañado entre otros por Gonzalo Escaravajal, Rodrigo Sever, José Andrés Fernández, Borja Santidrián, Jon González o Ricardo Bayón.

Fue una tarde para saborear. A que se hiciera la boca agua contribuyeron Begoña Lopategi al recordar sus morcillas o Egoitz y Aritz Sampedro, del Gozkoetxe, al repasar los platos que sirven desde las apetecibles instalaciones de su restaurante en Loiu.

Son tantos los ingredientes que se cocinaron en una tarde como la de ayer... Pero, sobre todo, los que van salpimentados de emociones. Y esos sentimientos provocaron, de manera especial, Arantza Ibarrondo y Kontxi Begoña, las andereños que participaron en el primer proyecto de enseñanza de euskera en Sondika, en la localidad que ayer abrió los brazos para albergar esta gala de los DEIA Laboral Kutxa Hemendik Sariak. Allí, se juntaron algunos de los que fueron sus alumnos. ¡Qué momentazo! También estuvieron sus familiares: Deñe Sarria, Koldo y Sorkunde Aretxabaleta, Iker y Eneko Sarria y Elena San Millán, entre otros muchos.

La familia de DEIA también acudió a la ceremonia, con el adjunto a la directora, José Manuel Monje; la directora comercial, Aitziber Jauregi; el director de Desarrollo, Ibon Mujika, además de Haizea González, Iñigo Aspiunza, Carlos Zárate y la persona que consigue que todo lo concerniente a estos premios salga bien, Joana Pérez.