Mientras la propuesta de la asociación cultural Alén de Sopuerta de recuperar el túnel de Herreros para abrir una conexión peatonal y en bicicleta entre el municipio y Castro Urdiales no deja de sumar adhesiones de otros colectivos, tratan de implicar a las instituciones para sumar esfuerzos con el objetivo de que el proyecto sea una realidad. Estos días se producía otra de las reuniones que vienen manteniendo con el Ayuntamiento y la asociación de desarrollo rural, Enkarterrialde. Ambas ven la iniciativa como una "oportunidad" de una magnitud logística que conllevaría un reto "a futuro" no solo para adaptarlo para el tránsito de personas, sino también de gestión una vez que estos trabajos hayan concluido. Por eso, analizan la propuesta con cautela.

"Compartimos el fondo, nos parece perfecto que el túnel se arregle y se ponga en valor, claro que puede representar una oportunidad", asegura el alcalde de Sopuerta, Unai Antón, sobre la moción presentada por Alén para su debate en el pleno. Sin embargo, cree que antes habría que concretar las implicaciones a largo plazo. Asegura que se han solicitado las escrituras que certifiquen que la mitad del túnel del antiguo ferrocarril minero Traslaviña-Castro pertenece a Sopuerta, como Alén puede acreditar.

El grupo cultural cuestiona que en el lado cántabro ya se hayan puesto manos a la obra con un estudio que persigue analizar el estado del túnel, de casi dos kilómetros de longitud, así como la inversión económica que sería necesaria para recobrar el movimiento en su interior. "Llevamos años pidiendo que se actúe, hay conversaciones cada cierto tiempo, pero no se ha hecho nada" al otro lado de la muga. Abierto, se convertiría en "un atractivo paisajístico, histórico y deportivo" para enlazar dos zonas que "han mantenido un vínculo estrecho, algunas áreas de Sopuerta distan solo un kilómetro del término municipal de Castro", ilustran. Allí "se lo están tomando en serio, disponen de una extensa red de vías verdes".

Sopuerta permanece en contacto con el Consistorio vecino, según cuenta el alcalde: "Quedaron en llamarnos para detallar los pasos que se están dando". Enkarterrialde también aguarda una reunión con los representantes cántabros. "Ya abordamos estos dos temas hace años y, por ello, nos parece una buena ocasión retomar este proyecto, pero somos conscientes de que afrontamos un recorrido muy largo donde tenemos que involucrar a diferentes colectivos, instituciones, Ayuntamiento, asociaciones... y por supuesto, buscar financiación, por lo que no puede ver la luz de una forma tan inmediata".

Se refieren también a la puesta en valor de la Mina Catalina, donde se hallan los hornos de calcinación y que "es de propiedad privada".