"Recuperar el caserío Aiestaran ha sido un importante ejercicio de preservación de nuestras señas de identidad, de recordar nuestra historia local ya que es el último caserío que quedaba en nuestro entorno urbano y está situado en una zona muy especial del municipio por lo que creemos que será un espacio cultural y social muy utilizado por nuestros vecinos y vecinas", aseguró el alcalde de Trapagaran en el transcurso de una visita al recuperado edificio.

En esta visita tomó parte la arquitecta Itziar de La Puerta, codirectora de la obra de rehabilitación integral cuya primera fase fue iniciada a finales del año 2016 y que ahora, en la tercera fase, entra en la recta final con el proceso de licitación del suministro y montaje del mobiliario, electrodomésticos y maquinaria que posibilitará la realización de diferentes actividades socioculturales y formativas. Entre ellas destaca una cocina industrial y un office baja mientras que en el primer piso se ubicarían los talleres de cerámica y pintura y una sala polivalente para otras actividades.

Será necesario para ello una inversión máxima de 147.513 euros que se adjudicará a una de las cinco empresas que se han presentado a este encargo cuyo plazo máximo de ejecución se ha fijado en 12 meses una vez adjudicada la obra por parte del Ayuntamiento que este miércoles tiene prevista la apertura de los dos primeros sobres de la licitación pública.

El proyecto de recuperación como equipamiento del caserío Aiestaran tiene como objetivo principal reconvertir el edificio en el nuevo centro de actividad cultural del municipio. Para ello, se ha realizado una reinterpretación del funcionamiento tradicional del caserío vasco, aprovechando los recursos naturales al alcance y poniendo de nuevo en valor la vinculación con el entorno del edificio de 420 m2 repartidos en dos plantas.

"Ha ido un proyecto muy bonito en el que se ha planteado desde el inicio recuperar el caserío siguiendo la esencia de lo que representaba. Los caseríos eran edificios totalmente autosuficientes. Aquí se ha aplicado ese criterio pero con técnicas de construcción de hoy día. El resultado es un edificio único ya que es un caserío catalogado como monumento y es un equipamiento de balance de consumo positivo, ya que ha obtenido una calificación energética A, pero yendo más allá de eso, va a producir más energía que la que va consumir", destacó la arquitecta. La experta subrayó además la "gran flexibilidad en el uso" de este nuevo espacio cultural trapagarandarra.

Premio

Esta propuesta de técnicas y materiales que ha llevado a este proyecto rehabilitador a quedar entre los 10 finalistas, entre 50 trabajos desarrollados en todo el Estado, del concurso Mapei puesto en marcha en 2017 por la empresa italiana para reconocer los esfuerzos en el desarrollo de una arquitectura sostenible.

El continente ya es una realidad y ahora toca acondicionar el interior con el mobiliario y los electrodomésticos necesarios para el desarrollo de las actividades planteadas en el Plan Estratégico de Cultura aprobado en 2014 que contó con un proceso de participación ciudadana. "Con la rehabilitación del caserío se cumplen dos objetivos del Ayuntamiento. Por un lado logramos un edificio público sostenible ecológicamente, lo que nos mantiene en la lucha contra el cambio climático y por otro logramos un nuevo espacio cultural cuya financiación ha contado con ayudas tanto del Gobierno vasco como del IDAE de unos 430.000 euros", explicó el concejal de Hacienda, Javier Pérez, quien estimó que la obra podría quedar lista en la primavera de 2021.

Monumento. La casa está protegida desde 2009 cuando el Gobierno vasco la declaró Bien Cultural con la categoría de monumento. El caserío tiene 219 m2 edificados en la planta baja y 230 m2 en la primera planta.

Sostenible.Tras las obras, Aiestaran será el primer caserío declaradoe Bien Cultural con una calificación energética A. El edificioproducirá más energía que la que consumirá.

"Recuperar Aiestaran permite preservar las señas de identidad de nuestra historia local"

Alcalde de Trapagaran