El estudio de la calidad del aire y de las emisiones de la planta de biomasa que comenzará en las próximas semanas contempla distintas tareas, cada una de las cuales generará un informe detallado con objetivos, métodos, resultados y conclusiones, detallan desde el Ayuntamiento de Zalla.Así, se procederá a analizar la autorización ambiental integrada (AAI) de la planta, otorgada por el Departamento de Medio Ambiente del Gobierno vasco y de los procesos actuales de trabajo de la empresa Glefaran. También se evaluarán los estudios e informes realizados hasta el momento, incluyendo estudios de modelización, caracterización de emisiones en chimenea y difusas, caracterización de calidad del aire, y otros informes que se consideren.

Uno de ellos fue encargado el año pasado por el Ayuntamiento de Güeñes ante la inquietud vecinal, concluyendo que los valores de contaminación detectados y examinados por el Departamento de Salud del Gobierno vasco son muy similares y en algunos casos inferiores a zonas urbanas de Euskadi, como Bilbao, Donostia, Gasteiz o Erandio.

Se redactará un informe técnico sobre las emisiones derivadas de la quema de biomasa en prácticas agrícolas tradicionales, viviendas, e industrias de tamaño medio comunicando los principales contaminantes generados, la influencia del combustible utilizado -madera reciclada, pulpas, residuos no tóxicos y diferentes tipos de madera-, así como del efecto de las tecnologías de reducción y control de emisiones.

Campaña larga Además, se medirán las emisiones en la chimenea de la planta de biomasa de interés para caracterizar sus niveles y composición, se efectuará una modelización atmosférica del área afectada por las emisiones, se llevará a cabo una campaña larga de caracterización del aire en el entorno y las conclusiones se expondrán en un informe final.

Todo para tranquilidad de la población, que ha salido a la calle dos veces para pedir soluciones a las emisiones de Glefaran: en el año 2017 y el pasado mes de enero. -