Karrantza - "Cuidado por aquí. Sobresale una de las formaciones". "Enseguida viene una curva, no te resbales", previenen de camino a la sala donde mejor se pueden admirar las estalactitas excéntricas que han dado fama a la cueva. Conocen cada palmo de este mundo subterráneo descubierto por casualidad a raíz de la voladura de la cantera que trabajaba en las inmediaciones el día de los inocentes de 1957, en el que tan solo el año pasado se adentraron 32.000 personas. Y para hacer de la excursión una experiencia aún más atractiva, las guías de Pozalagua han seguido un curso de formación, como explicaron en la clausura de las jornadas técnicas de cavidades de la cornisa cantábrica, que ayer recaló en Enkarterri.

Conchi Trevilla lleva alrededor de veinte años en la cueva. Cuando se incorporó "elaboré un guion de apuntes hablando con expertos y la gente que había pasado antes por aquí". Marta Arriola, cinco consecutivos a los que se suman otras etapas anteriores, e Irati Ortiz, "menos de uno, todavía voy con la L como los conductores noveles", bromea. Junto con sus compañeras en el museo Dolomitas y la oficina de turismo conforman el equipo volcado en difundir los atractivos del valle. Aunque ellas lo hacen desde un entorno más peculiar.

Los 125 metros de la gruta se pueden visitar casi en su totalidad por grupos de ochenta personas como máximo, que se reducen a 25 en el itinerario con menos luz de los sábados para recrear la atmósfera que asombró a los descubridores de Pozalagua. El punto culminante del recorrido se alcanza en la galería donde se concentran las estalactitas excéntricas que crecen en contra de la ley de la gravedad. Un raro fenómeno que ha dado a Karrantza un lugar preferente en la geología mundial. "Me encanta mirar la expresión de los turistas mientras nos escuchan. Cada cueva tiene algo, pero la nuestra es especial", opina Irati. Se le denomina Versalles, "en un símil con los adornos del palacio francés, con sus lámparas es que se reflejan en los espejos como nuestras estalactitas se reflejan en el agua", describe Conchi.

Desde el pasado verano se permite tomar fotografías en este rincón, lo que facilita que durante el resto de la excursión ningún turista se quede rezagado ni accione el móvil o la cámara en otras zonas. "Pensábamos que se producía un daño, ahora la gente está muy contenta de poder inmortalizarse y encima lo comparten por las redes sociales", argumenta Marta. En la repercusión que brindan la tecnología y el concurso de la Guía Repsol que coronó a Pozalagua como rincón turístico del año 2013 notan más los cambios desde se abrió a las visitas

La mayor permisividad para captar imágenes es una de las modificaciones que están introduciendo con la nueva formación de las guías. Querían "reciclarnos y adquirir más conocimientos".

Teórico y práctico Para ello, han contado con el asesoramiento teórico del Doctor en Ciencias Geológicas de la Universidad de Cantabria Javier Fernández Lozano y los consejos prácticos de Ovidio Altable, miembro de la directiva de la Asociación de Cuevas Turísticas de España. Con su bagaje y todo lo aprendido disponen de más herramientas para conducir a los turistas por un mundo subterráneo de riqueza inigualable.