Miguel A. Pardo

Barakaldo - La tecnología progresa a un ritmo endiablado y, en muchos casos, la ciudadanía se ha subido al tren del mundo 2.0 sin estar preparada. Por inercia, pero sin saber muy bien a dónde puede llevarle este viaje. Para tratar de formar a la ciudadanía en el mundo digital y para fomentar un consumo y uso responsable de las tecnologías, Roberto Álvarez y Rosa Pérez fundaron, junto a otros cuatro socios en enero de 2017 Gaptain, un proyecto que busca generar ese cambio de chip en la ciudadanía para que sea consciente de la información que se va dejando en Internet. "El problema no es la tecnología, sino el uso que le damos", asegura Roberto.

Ellos, desde su experiencia profesional previa, vieron más que necesario impulsar un proyecto como el de Gaptain. Roberto ha trabajado como informático para Panda durante muchos años y Rosa también decantó su formación hacia la informática y ha estado dando clases a mayores durante cerca de doce años. Cuestiones como las estafas on line, los casos de sextorsión, el ciberbullying, el robo de datos o la proliferación de las apuestas y el juego en Internet son algunas de las problemáticas ante las que pretenden actuar a través de la formación. Porque más vale prevenir que lamentar. "El primero de los ejercicios que hacemos en nuestros talleres es que cada uno se busque en Google. Nos podemos sorprender con lo que encontramos sobre nosotros mismos", explica Rosa. Los comienzos son duros en cualquier proyecto que se precie y el de Gaptain no estuvo exento de esas apreturas y problemas.

"En un principio, enfocamos nuestros servicio a familias. De hecho, hicimos un estudio de mercado, consultamos y había tenido buena acogida... Pero, finalmente, no funcionó", aseguran Roberto y Rosa. Los escasos resultados no acabaron con su capacidad de resiliencia y siguieron firmes en su proyecto, sabedores de que su idea no solo era buena, sino necesaria para la sociedad. "No hemos creado este proyecto para hacernos ricos, sino para ofrecer un servicio a la sociedad con nuestro trabajo", apunta Roberto. Con ese principio por bandera, decidieron dar una vuelta de tuerca a su idea y la enfocaron hacia dar formación en colegios. Ahí encontraron la tecla y el servicio Segureskola está calando en las aulas. Este programa, a través de talleres, busca que la juventud se forme en ciberseguridad, en educación digital y también en otros aspectos como la igualdad y la convivencia. "Cada taller que realizamos nos depara sorpresas. Cada día descubrimos que los jóvenes manejan una aplicación nueva o que se fijan en un determinado influencer", indica Rosa.

Influencers, apps... Es un idioma al que la sociedad se ha adaptado pero sin conocerlo en profundidad. "La tecnología ha ido tan rápido que no ha dado tiempo a que la ciudadanía se forme y esa circunstancia hay desaprensivos que la están aprovechando", explica Roberto, galdakaoztarra de 46 años. En estos tiempos, su idea llamó la atención de Inguralde, quien premió a Gaptain con el premio BKEnpresa al proyecto más innovador.

Acompañamiento En la era de la tecnología, ante estas nuevas realidades, los adultos han de acompañar a los más txikis en sus tomas de contacto con el mundo de los likes, las redes sociales. "Hay que acompañarles en ese camino y explicarles las cosas. Es mucho más útil estar con ellos, preguntarles y hablar que establecer protectores paternales", reflexionan Roberto y Rosa. Ellos, con su labor, intentan empoderar en el mundo digital a los jóvenes y, a través de ellos, a toda la familia. Porque no hay mejor like que utilizar de manera responsable y consciente los beneficios que ofrece la tecnología.