La Navidad es un periodo muy ilusionante para muchas personas. El barakaldarra Ángel Moreno ha hecho, con mucha ilusión y muchísimo trabajo, un gigantesco Belén al que no le falta ningún detalle. Son muy diversas las estampas cotidianas que se reflejan en la gran ciudad que ha creado Ángel a la hora de dar vida a este curioso Nacimiento. No falta el ayuntamiento, ni la iglesia, ni diversos locales, el río y sus puentes ni siquiera un gigantesco parque de atracciones. Todo ello, bañado por un ligero manto de nieve. Hecho con sus manos y trazado por su propia imaginación y con el reciclaje de materiales por bandera. “Todo lo ha hecho él y con materiales como corcho, madera, cartón. También ha hecho la instalación eléctrica y sin tener estudios de electricidad ni diseño”, explica Pilar Solance, la madre del artista y quien abre, cada día, la lonja del número 9 de la calle Gipuzkoa en la que se ha colocado el inmenso Belén.

Cualquiera diría que Ángel no tiene estudios de diseño ni electricidad. Tiene conocimientos en estos dos campos y, sobre todo, una gran imaginación. Así, este hombre que inició su afición al belenismo hace casi una década, no ha escatimado en detalles, pequeñas aportaciones que hacen de este inmenso Belén una tremenda joya que puede visitar la ciudadanía cada tarde de forma gratuita. “Esto está para que lo vea quien quiera. Que vengan a la tarde y lo disfruten”, señala Pilar. Una parte de la composición ya la había hecho anteriormente, pero el pasado mes de agosto, Ángel quiso superarse y completar, seguir ampliando su Belén. Y vaya si lo hizo. En los ratos libres que le deja su trabajo en una bar especializado en cervezas artesanales situado junto a la lonja, Ángel se puso a trabajar e idear una ampliación del Belén que no solo ha hecho que sea más grande, sino que, con él, ha ganado en belleza y espectacularidad. Todo ello, ha hecho que, como no cabía en casa, su creación haya tenido que ser trasladada a esta lonja de la calle Gipuzkoa.

Pero el gigantesco Belén no está solo en este local. Ángel ha creado muchos más elementos decorativos que hacen de este lugar, el hogar de la Navidad barakaldarra. Entre ellos, además de las típicas cajas de regalos y las estrellas, bolas y guirnaldas que decoran un gran árbol de Navidad, destaca un Papa Noel. En esta ocasión, bajo su rizada y cuidada barba blanca, asoma una bufanda gualdinegra con la que Santa Claus apoya al Barakaldo.