GÜEÑES. Amalurra adora a sus hijos Eguzki e Ilargi, pero ellos discuten por erigirse en el más importante. Entonces la madre tierra adopta una decisión salomónica: él se convertirá en el sol para reinar por el día y ella en la luna, para hacerlo de noche. Danzas y la intervención del carbonero más esperado en esta época del año protagonizarán el espectáculo de Olentzero que el domingo 22 de diciembre cobrará vida en el frontón de Sodupe gracias al grupo Gazte Berri. Debido a su éxito rotundo en años anteriores se programarán dos sesiones: a las 18.00 y las 20.00 horas, cuyas entradas se pondrán a la venta el lunes y el martes hasta fin de existencias. Y cuidado, porque vuelan.

La kultur etxea abrirá sus puertas entre las 10.00 y las 12.00 horas y por la tarde de 17.00 a 19.00 horas para adquirir las cerca de mil localidades en total, ya que “en cada actuación el aforo ronda las 500”, según explica Alaitz Pereda, miembro de Gazte Berri, agrupación que nació hace más de medio siglo. En 2018 año pasado se vendieron más de la mitad de las localidades, prueba del poder de convocatoria entre vecinos de Güeñes y municipios de alrededor. Durante el puente de la semana pasada empezaron ya a instalar el decorado que servirá de telón de fondo de la historia que repite el guión del año pasado obra de las hermanas Miren y Arantza Sanz Fika. Dos días antes de la noche más ajetreada del año para él, Olentzero realizará una excepción para hacer acto de presencia en el frontón de Sodupe. En la obra “es un baserritarra que entrega el eguzkilore como símbolo de protección después de que Eguzki se lo dé a su hermana Ilargi para que se acuerde de él al dividirse entre el día y la noche”. Alrededor de sesenta niños y jóvenes y otros tantos adultos ejecutarán diez coreografías.