Urduliz - El Cinturón de Hierro, la línea defensiva creada durante la Guerra Civil para proteger Bilbao y sus alrededores de las tropas franquistas, recorría un total de 80 kilómetros y atravesaba 33 municipios vascos, si bien actualmente se conserva algún elemento en 25 de ellos. El paso del tiempo y la intervención humana -tras la guerra se realizaron voladuras de los emplazamientos de hormigón para extraer el hierro de su interior- han acrecentado su deterioro. Precisamente, dos de esos 25 municipios que albergan vestigios, son Gamiz-Fika y Urduliz. Ambas localidades, gracias al Instituto de la Memoria, la Convivencia y los Derechos Humanos, Gogora, promotor de la iniciativa e impulsor de los Itinerarios de la Memoria, han acondicionado los emplazamientos defensivos de Loba y Santa Marina.

En la puesta en valor de estos elementos también han colaborado los ayuntamientos de ambos municipios, que se han encargado de las labores de limpieza y desbroce de la abundante vegetación que cubría los restos de las fortificaciones. Del seguimiento arqueológico para conocer en profundidad cada asentamiento y poder llevar a cabo su catalogación y divulgación se ha encargado un grupo de expertos de Edestiaurre Arkeologia Elkartea, entre los que se encuentran su presidente Iñaki Líbano y también Aitor Miñambres, director del Museo Memorial del Cinturón de Hierro de Berango, además de otros muchos. En el caso de Loba, en Gamiz-Fika, se trata de una fortificación defensiva compuesta por dos nidos de ametralladora.

Situada sobre una meseta de setenta por treinta metros, este emplazamiento alberga cinco cráteres producto de los bombardeos franquistas en los días previos a la ruptura del Cinturón en 1937. Allí Líbano y su equipo descubrieron además de los cráteres, tres balas de fabricación checa fechadas en enero de 1937, así como latas de conservas (de atún) que están siendo restauradas.

Por otro lado, en Urduliz, su investigación se centró en tres asentamientos de ametralladora con sus respectivos polvorines que están situados en la zona de Santa Marina. Dos de ellos guardan la peculiaridad de disponer de dos troneras para disparar en vez de una. Asimismo, se ha llevado a cabo la limpieza de la trinchera que conecta con los asentamientos y se han identificado tres refugios de galería de mina. “Documentados grabados realizados pocos días antes de la ruptura del Cinturón”, explica Líbano, que recientemente impartió una conferencia en la Romo Kultur Etxea, en un evento organizado pro la asociación cultural Sinope. Más de 200 personas siguieron la presentación de los resultados en el centro cultural getxotarra en el que después se expusieron materiales donados por vecinos de Gamiz-Fika.