El Plateruena Kafe Antzokia de Durango cierra sus puertas. El pasado martes, la asamblea general extraordinaria de socios decidió disolver la Sociedad Cooperativa, tras aprobar las decisiones y medidas propuestas por su junta rectora. Dieciocho años después de su apertura oficial, el periodo de explotación no se prolongará, y tanto las instalaciones como su uso futuro quedarán en manos del Ayuntamiento de Durango. "Ha sido un ambicioso proyecto cultural ciudadano y el ámbito económico siempre nos ha causado fatigas. Durante estas dos décadas, los hábitos de consumo han cambiado y hemos acusado dos crisis globales. No hemos logrado que la hostelería haga viable la actividad cultural. Aun así, hemos hecho algo grande y bello junto a los vecinos de Durango y los agentes culturales de Euskal Herria. Por ello queremos felicitar y agradecer a todas las personas que han apoyado la iniciativa", explicaron desde la Sociedad Cooperativa.

Considerada una decisión "inevitable", a las dificultades económicas que venía arrastrando Plateruena durante los últimos años se han añadido los condicionantes que ha impuesto la pandemia a la hostelería y al sector cultural.

Han pasado casi dos décadas desde que la Sociedad Cooperativa Plateruena Kafe Antzokia tomó el antiguo matadero propiedad del Ayuntamiento, entonces en desuso, para renovarlo y explotarlo culturalmente. Durante todo este tiempo, el espacio se ha convertido en un referente cultural que ha acogido 2.139 citas sociales. Entre ellas destacan iniciativas creativas como Zilar Astea o Hitzez eta Ahotsez, conciertos de Berri Txarrak, invitados como Xabier Lete, Ramón Jauregui, Maialen Lujanbio, Xabier Arzallus o Mari Luz Esteban, entre otros. Por otro lado, los Sanfaustos o los carnavales siempre han contado con una amplia variedad de actividades en el recinto.

INVERSIÓN ECONÓMICA

En lo que a las cifras económicas se refiere, para la preparación y mantenimiento del edificio Plateruena e infraestructuras se han invertido 1.405.000 euros, a lo largo de estos dieciocho años. "El 20% correspondía a la asociación Berbaro, el 44% a particulares y agentes sociales y el 29% de esta inversión ha correspondido a Plateruena. El 7% que ha quedado sin pagar se convierte en deuda con las entidades financieras", aclararon desde la organización.

Por otro lado, el volumen de operaciones de Plateruena ha sido de 754.000 euros anuales para pagar los salarios, mercancías y trabajos externos. El 87% ha venido de la autofinanciación mientras que el 13% provenía de ayudas públicas. En este apartado, desde Plateruena quisieron agradecer su apoyo a las instituciones como el Ayuntamiento de Durango, la Diputación Foral de Bizkaia, el Gobierno vasco y los patrocinadores privados además de a Berbaro y a todos los socios tanto de Durango como del resto de Euskadi.

Los hasta ahora responsables del Plateruena Kafe Antzokia defienden que el patrimonio de origen popular surgido durante todos estos años debe seguir en manos de los durangarras. En este sentido, recordaron cómo han sido 1.126 personas las que han apoyado el proyecto, con la aportación de 877 ciudadanos y agentes.

FIN DE CICLO

A partir de ahora, y mientras dure el proceso de disolución, se prevé abrir Plateruena únicamente para llevar a cabo actos culturales, al igual que lo ha hecho durante este verano. "Deseamos que la vida cultural en Durango sea en el futuro aún mayor, y mostramos nuestra disposición y energía de siempre para compartir un nuevo proyecto. En todo caso, no hay pasado ni futuro sin presente, y ahora toca finalizar un ciclo", zanjaron.