Bilbao - 28 viviendas de lujo con piscina, txoko y gimnasio comunitarios, una arquitectura de diseño y precios que oscilan entre 674.105 y 1.270.000 euros. Es la carta de presentación de Residencial Acrux, el nuevo proyecto de pisos de alta gama que el grupo Ibosa construirá en el centro de Bilbao a partir del año que viene y que dejará huella en la confluencia de las calles Rodríguez Arias y Licenciado Poza.

Ubicado donde todavía se levanta la vieja sede de oficinas de Kutxabank, la arquitectura del edificio no dejará indiferente al transeúnte, según las infografías presentes ya en la página web de la promoción con la que Ibosa realiza su estreno en Euskadi.

El diseño será rompedor y aprovechará al máximo su ubicación en esquina para presentar un edificio limpio de líneas, en el que el vidrio marcará la diferencia en ese pequeño chaflán que mira a las calles Astarloa y Gardoqui. Los grandes ventanales transparentes supondrán un fuerte contraste con los edificios pétreos que lo flanquean, la trasera de la Biblioteca Foral y una de las fachadas del Instituto Unamuno.

El diseño del impactante bloque es obra del estudio bilbaino IA+B, dirigido por el arquitecto bermeotarra Iñaki Aurrekoetxea, que ha trabajado con profesionales de gran prestigio como Arata Isozaki, para levantar las torres que miran a la ría, o con Robert Krier, autor del edificio Artklass, orientado a la plaza Euskadi.

La imagen de Residencial Acrux se caracteriza además por una gruesa línea blanca que se engarza en las dos fachadas laterales, aportando una imagen de modernidad y un carácter totalmente diferente al estilo clásico de los últimos edificios de viviendas de alta gama construidos en el Ensanche bilbaino. Tanto es así que en la propia web aseguran que pretenden convertirse “en uno de los emblemas arquitectónicos de la capital vizcaina”.

Hasta casi 200 metros cuadrados El edificio ofrece viviendas de dos, tres y cuatro habitaciones, con precios que van desde los 674.105 euros del apartamento de cien metros cuadrados a 1.270.000 por la vivienda que se enseñorea en el piso más alto que da a la esquina y que suma 194 metros cuadrados de superficie, terrazas incluidas. Por superficie, la vivienda más cara es una de dos habitaciones ubicada en la tercera planta y que tiene un precio de 868.190 euros por 100,53 metros cuadrados.

La imagen final del futuro edificio, que ha pasado por quince diseños diferentes, así como las características ya cerradas del proyecto fueron presentados a los futuros propietarios e interesados en un encuentro que organizó la promotora el pasado día 15.

Y es que, a pesar de ser una promoción de lujo su construcción se realizará en régimen de cooperativa, y según ha podido saber este periódico, alrededor de un 60% de los hogares ya están apalabrados. Una cifra que, según fuentes de Ibosa, es muy positiva “teniendo en cuenta que no se ha realizado ninguna campaña de comercialización”.

Como en las modernas promociones, Acrux tendrá piscina para los vecinos, un txoko para compartir y gimnasio comunitario. Además, los cooperativistas podrán diseñar casi a la carta el interior de sus respectivas viviendas.

Llegar hasta aquí no ha sido fácil para Ibosa. Después de adquirir el solar a Kutxabank el pasado año tras una subasta restringida entre diferentes promotoras, la intención del grupo era haber empezado a sacar al mercado el nuevo bloque la pasada primavera, pero diversos problemas le impidieron cumplir el calendario. El más destacado fue la salida del consejo asesor de la cooperativa de varios miembros poco después de conformarse en enero pasado en una reunión celebrada en la Torre Iberdrola a la que acudieron unos 200 interesados.

Superado ese escollo con el nombramiento de nuevos responsables, el proyecto se ha encontrado con diferentes obstáculos, superados durante los pasados meses hasta cerrar ya una presentación que tendrá lugar el próximo mes.