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Las cámaras de los autobuses de Bizkaibus detectarán agresiones en tiempo real

Se instalarán también mamparas de seguridad para los conductores en todas las unidades y se sancionará de oficio a los infractores

Las cámaras de los autobuses de Bizkaibus detectarán agresiones en tiempo realOskar González

La Diputación sigue trabajando para garantizar la seguridad en Bizkaibus, tanto a los profesionales que prestan el servicio como a los usuarios que viajan en los autobuses. Para ello, una de las nuevas medidas que se implantarán serán cámaras inteligentes que detectarán de forma automática agresiones o cualquier otro tipo de conducta extraña y alertará de ella a los operadores del centro de alertasque controlará todo el servicio. Además, se instalarán mamparas de seguridad para proteger a todos los más de 1.200 conductores de unas agresiones que suman ya 67 en los últimos 12 meses.

La diputada foral de Transportes y Movilidad Sostenible, Sonia Pérez, ha lanzado este jueves en las Juntas Generales un nuevo llamamiento a la "reflexión tanto social como política" respecto a la seguridad en Bizkaibus que, ha dicho, "no solo se construye con protocolos y tecnología, sino también con educación y convivencia. Es una responsabilidad que nos concierne a todos". Tras negar que se haya adoptado una decisión "cerrada" sobre la eliminación de los servicios nocturnos en fiestas, ha mostrado su deseo de que "cada persona que suba a un autobús sepa que forma parte de un servicio público esencial, que es de todos y para todos, y que solo desde el respeto podremos mantenerlo seguro y de calidad".

Para abordar esta problemática, se ha conformado un "marco estable de colaboración" entre las empresas que prestan el servicio de Bizkaibus, sindicatos, Ertzaintza y la propia Diputación; en los últimos meses se han celebrado tres comisiones de Seguridad y una cuarta está prevista para el próximo 12 de noviembre, y los grupos técnicos se han reunido otras tantas veces. En ellos se trabaja en cinco ejes: mamparas, cámaras, protocolo de agresiones, datos estadísticos y formación.

Revisiones nocturnas

Algunas de las medidas para prevenir y combatir las agresiones ya están en marcha. Por ejemplo, la sustitución de los antiguos pisones de emergencias, situados junto a los pedales, por pulsadores manuales, que se ha completado el pasado mes de agosto en los más de 330 autobuses que conforman la flota actual, incluidas las unidades de Euskotren. Para evitar que estos sistemas de emergencia no funcionen cuando son necesarios, se ha establecido la presencia de un técnico que, en horario nocturno -de 22.00 a 6.00 horas- se encargará de revisar su estado, "asegurando que cada pulsador, alarma y sistema funcione de manera óptima, y anticipando posibles fallos antes de que puedan afectar al funcionamiento de los autobuses". Todos los sistemas de emergencia de la flota se revisarán de forma mensual, estableciendo medidas preventivas y correctivas según los resultados, lo que permitirá también identificar patrones de fallos.

Desde que se puso en marcha el nuevo contrato de mantenimiento, se han revisado el 96% de los pulsadores, de los que el 82,46% funcionaban correctamente y un 17,54% presentaba incidencias "menores", relacionadas con el cableado, los micrófonos, altavoces o la configuración. De las 57 incidencias registradas se han resuelto ya el 89%.

Visión artificial

Otro aspecto es el nuevo sistema de atención a la explotación (SAE) que, según ha advertido Pérez, no se implantó, hace más de veinte años, para garantizar la seguridad frente a agresiones a bordo, sino ante incidentes en la carretera. El contrato, que se licitará el próximo año, incluirá tecnologías de visión artificial, siendo capaz de detectar de forma automática situaciones de violencia o agresiones a bordo. Cuando las cámaras detecten un comportamiento anómalo dentro del autobús, avisarán en tiempo real a los operadores del puesto de mando que estará operativo las 24 horas del día. Otras mejoras serán la renovación de la megafonía en los autobuses y la información que se ofrece en las pantallas. "Queremos fortalecer las bases tecnológicas que harán del transporte público un espacio cada vez más seguro, conectado y eficiente", ha reiterado la diputada foral.

67 agresiones en un año

En los últimos 12 meses, en el servicio de Bizkaibus se han registrado 67 agresiones, seis de ellas con violencia física. En el 55% de ellas fue necesaria la intervención de la Ertzaintza y el 80% contra el personal de la empresa, conductores o inspectores. La mayoría de los incidentes se produjeron con usuarios que viajaban sin billete o que protagonizaron comportamientos incívicos. Sin embargo, la propia Sonia Pérez ha admitido que "lo que más nos preocupa" es la tendencia que siguen estas cifras, "que nos debe hacer reflexionar": en 2020, año de la pandemia, se registró el pico más alto hasta ese momento, con 44,5 incidentes por cada millón de expediciones, que descendió a 21,29 al año siguiente pero se ha disparado hasta un 48 este 2025. "Es una cifra que no podemos aceptar con normalidad; la seguridad no se construye solo con vigilancia, sino con una responsabilidad compartida entre instituciones y ciudadanía, con una actitud activa frente a los comportamientos que rompen la convivencia y el respeto. Ese es el verdadero enfoque: hacer de la ciudadanía un agente activo en la seguridad", ha apostado la diputada foral.

Las mamparas pasan a consolidarse como la mejor forma para proteger a los conductores. Para ello se han analizado diferentes experiencias, como la de la empresas de transportes de Madrid (EMT), que opera con cabinas cerradas, y la que se utilizó en el propio Bizkaibus en pandemia. "El objetivo es lograr el equilibrio entre seguridad, confort y operatividad", ha apuntado Pérez. Así, se ha concluido que no se recurrirá a diseños personalizados, sino a mamparas homologadas de fábrica, "garantía de fiabilidad", que serán comunes para toda la flota. Así, todas las unidades que empiecen a prestar servicio deberán llevar incorporada una mampara no fija y removible.

El pasado mes de mayo se aprobó, además, el nuevo protocolo frente a agresiones en el servicio, que establece pautas de actuación, medidas de seguridad y formación para todos los trabajadores. "Aunque se centra en el personal de conducción por ser el colectivo más afectado, es aplicable también a otros ámbitos como la inspección o el personal de cabina", ha apuntado. Este protocolo clarifica los tipos de agresiones (verbales o físicas) y detalla el procedimiento de acompañamiento a los afectados.

Sanciones de oficio

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Una de las novedades es, precisamente, la posibilidad que abre a la Diputación para interponer, de oficio, sanciones por infracciones. También se ha pedido al Consorcio de Transportes de Bizkaia revisar la ordenanza para poder penalizar al infractor, prohibiéndole por ejemplo acceder a una barik personalizada que permite descuentos en los viajes.

En el ámbito de la formación, se han diseñado seis vídeos para que los profesionales que trabajan en Bizkaibus, conductores pero también por ejemplo revisores, sepan qué hacer ante una situación violenta. "En cada una de ellas se aborda un escenario distinto, desde la gestión de personas usuarias agresivas o violentas, hasta la prevención del vandalismo, el consumo de alcohol o drogas a bordo, los robos, la negativa al pago del billete y, de manera muy especial, el acoso sexual", ha explicado Pérez.