La sala de baile y conciertos que aspira a convertirse en referente de la zona norte se llamará Goxo y abrirá sus puertas a finales de 2027 en Bolueta. Fuentes cercanas al proyecto han expuesto que el local promovido por Alfonso Santiago, CEO de Last Tour y fundador del festival Bilbao BBK Live, se ha ideado como una iniciativa “cultural”. Como ya adelantó este periódico, el proyecto fue presentado en mayo de 2024 pero fue retirado seis meses después. La sociedad impulsora ha vuelto a solicitar la licencia de actividad con una propuesta ligeramente diferente, al abarcar más extensión, de forma que sumará tres espacios y contará con un aforo para 2.383 personas. Esta capacidad le permitirá atraer a bandas que buscan salas de formato mediano.
El proyecto para implantar el local en los números 7, 8, 9 y, parcialmente, 10 de la calle Tellería está actualmente en exposición pública por tratarse de una actividad “clasificada” al plantear un local de hostelería del grupo III-b, donde se engloban “establecimientos susceptibles de ocasionar molestias considerables, especialmente por ruidos”. Desde el Ayuntamiento apuntan que tras la exposición pública, si todos los informes son favorables, se concedería la licencia de actividad con las medidas correctoras que correspondan. Una vez obtenido ese permiso, se concedería la licencia de obras y, tras finalizar esas labores, los promotores deberían entregar la documentación tanto del fin de obra además de como de la comunicación previa de actividad “clasificada”. Se prevé que pueda abrir a finales de 2027.
CONVIVENCIA CON LOS VECINOS
A través de este local que sumará 1.734,4 metros cuadrados y se emplazará en el espacio que ocupa la Sala Mytho, en la misma recta que la Sala Santana, retomarían el planteamiento de las salas de fiesta de antaño, ubicados en polígonos alejados de los núcleos residenciales. Con ello, los impulsores de Goxo, ubicado a 250 metros de la parada de metro de Bolueta, conseguirían sortear las quejas vecinales que suelen aguar las inauguraciones de este tipo de locales cuando se establecen en el centro de la ciudad. Ejemplo de ello son algunas salas que se han abierto en los últimos años, como Moma, inaugurado en 2017, en medio de una fuerte controversia debido al ruido que generaban los asistentes fuera del local.
De forma más discreta y más alejada de los problemas vecinales abrió en 2023 la mítica discoteca Crystal, de la mano de Last Tour. A lo largo de los últimos dos años, el céntrico club, ubicado a escasos metros de la casa consistorial, ha consolidado su oferta con sesiones enfocadas al público más joven, con música reguetón o electrónica. Además, también se ha subido al carro del tardeo, una propuesta con cada vez más adeptos. Desde 2014, la promotora cuenta también con la licencia de La Ribera, establecimiento hostelero, que en los últimos años ha adquirido cierta popularidad por acoger tardeos.
ESPACIO PARA CONCIERTOS
No obstante, en todos estos años, desde Last Tour no han desistido en su búsqueda por hallar un espacio con un mayor aforo. De hecho, se especuló sobre la posibilidad de que abriera un establecimiento para albergar conciertos en la antigua estación de La Naja. Sin embargo, en 2016 el Ayuntamiento inició la tramitación urbanística para cambiar el uso del céntrico espacio e impedir que se abriera un negocio de hostelería destinado al ocio nocturno. En esta ocasión, para la apertura de Goxo, Alfonso Santiago figura como administrador del proyecto en el que aunará fuerzas con Eva María Fernández y Aitor Sáez, gerente de la Back&Stage, discoteca referente en el ocio nocturno de la villa.
De esa unión se espera que emerja la sala de conciertos de referencia de toda la zona norte. Con Goxo llega la oportunidad de que Last Tour pueda contar con un espacio en el que ofrecer el aforo necesario para todas esas bandas que la promotora deriva actualmente a la Sala BBK, Kafe Antzokia o, incluso, la Sala Santana. Y, paralelamente, poder proponer una sala de fiesta al uso. Este tipo de planteamientos funcionan desde hace años en ciudades como Barcelona, donde la sala Razzmatazz se ha convertido en todo un referente de la ciudad condal al combinar en su oferta conciertos –por su sala principal, con capacidad para 1.500 personas han pasado bandas como The Strokes, Blur, Justice, The 1975 o incluso Arctic Monkeys o Franz Ferndinand– con otros usos como discoteca o incluso la organización de fiestas corporativas y rodajes de spots y videoclips.