Un puesto de mando único gestionará las 24 horas toda la flota de Bizkaibus

“Es la gran apuesta en la que estamos trabajando, que toda la operación y la seguridad de Bizkaibus se concentre en un puesto de mando” ha indicado a DEIA la titular del área foral, Sonia Pérez, en el proceso que están desarrollando para renovar las concesiones de las seis empresas que prestan el servicio foral de autobuses.

No hay que olvidar que la extensión de la red de Bizkaibus ya ha alcanzado niveles considerables y que con la implementación de las nuevas concesiones va a ser más capilar y contar con más servicios. A día de hoy Bizkaibus recorre en cifras redondas más de 100.000 kilómetros cada jornada de media, efectuando alrededor de 89.000 viajes diarios. Es un servicio interurbano que llega a prácticamente todos los municipios de Bizkaia con el reto logístico que eso conlleva ya que saca a la carretera más de 330 autobuses en 102 líneas y que implica el trabajo de 1.200 personas empleadas.

La idea que madura la Diputación Foral es construir un centro de control que sea como una especie de gran hermano que vigile en todo momento los recorridos de los autobuses, si tienen alguna incidencia activar los medios para solucionarla y tener la seguridad a todos los niveles como mantra de trabajo.

Los preparativos ya se han iniciado porque se quiere implementar esta herramienta de vigilancia a la vez que se concretan los pliegos de las nuevas condiciones que se implementarán con la renovación de las concesiones. Una labor que se materializará antes de terminar la legislatura, en tres años, con la modernización a la vez de los sistemas tecnológicos que se deberán incorporar en los nuevos autobuses que se vayan adquiriendo a lo largo de la próxima década.

A nivel físico será una sala como la que opera desde su puesta en marcha en el metro de Bilbao o desde hace más de una década en el tranvía. El elemento más visual será un gran panel central de monitores donde se podrá observar en todo momento la flota y cómo circula por la red viaria del territorio. Pantallas que puedan cambiar su señal en función de las necesidades concretas o incidencias que se puedan generar.

Sonia Pérez explica que “no se nos olvide que tenemos seis concesiones, seis empresas que hay que coordinar en la planificación de cada una y los incidentes que se puedan generar, los cambios puntuales de ruta, atender a los conductores, a los clientes para lo que un centro de control como el referido es fundamental”.

Además, tendrá como alma mater la seguridad de los autobuses, sus conductores y los viajeros. “El PMC también acogerá una central de seguridad con personal que sabrá actuar con los protocolos debidos y la atención de emergencias”, concreta la diputada. En esta labor será esencial la recogida de imágenes de las cámaras ubicadas en la red viaria que están 24 horas operativas y “serán profesionales los que estén gestionando la información y los que sabrán cómo tienen que actuar o cuándo ponerse en contacto con emergencias o la Ertzaintza”, concreta la diputada foral.

Embrión previo

Como una especie de embrión de esta pata de seguridad del PMC, el departamento de Transporte quiere activar previamente una central de vigilancia “porque el puesto de mando va a llevar un tiempo tenerlo, no es una cuestión de hoy para mañana”. La fecha que prevé para que se active esta central de seguridad es enero de 2025 “para poder por lo menos tratar todas las situaciones de emergencia, algo que no es viable hoy y nos preocupa”. Reconoce que el actual SAE, Sistema de Ayuda a la Explotación de Bizkaibus, con muchos años en activo pero apenas modernizado, no es suficiente para las prestaciones que tiene que tener el Bizkaibus de la próxima década. “Esta pensado solo para la operación de los autobuses, los incidentes que puedan pasar en la carretera. Los técnicos del SAE que tiene cada concesionaria no están 24 horas y no es gente profesional que tenga unos protocolos de actuación con la Ertzaintza”, indica la diputada.

De hecho, también se va a sacar un concurso público este año la renovación del SAE que vendrá acompañado de otro cambio de calado para los chóferes de Bizkaibus. Es la modificación del sistema de seguridad con que cuenta cada autobús, el conocido como “pisón”, unos pulsadores para avisar al centro de mando en caso de accidentes y agresiones a conductores que se activan ahora con el pie y que “en un futuro funcionará pulsando un botón con la mano porque es más fácil” considera la diputada foral de Transportes y Movilidad.

También reconoce que “tenemos bastantes retos por delante, que debemos ir trabajando al mismo tiempo que vamos mejorando la oferta de Bizkaibus y para luego encajarlo todo en esos nuevos pliegos para la concesión”.

Otra cosa que influirá en ese PMC es “la mejora de los sistemas de comunicación con los usuarios”, desvela. Detalla que van a buscar proveer a los viajeros de aplicaciones en los teléfonos “mucho más interactivas y más visuales” a la vez que van “a trabajar mucho la accesibilidad en los autobuses, más allá de cumplir con la normativa y la ley, que lo hacemos, pero tenemos que pensar en toda la discapacidad y diversidad funcional”. Pérez entiende que pueden considerarse “acciones pequeñitas pero son de las que, con poco, podemos hacer mucho”. Especifica que “para ello nos ayuda mucho la digitalización y la inteligencia artificial que ahora es una locura, pero también permite aplicarla de una manera positiva”.

Piensa en “mejores herramientas de comunicación con las personas usuarias, para conocer de primera mano y en tiempo real todo lo que les pasa en el autobús, hasta el punto de que cuando finalicen el viaje nos puedan contar cuál ha sido su experiencia o qué no ha funcionado bien porque en caliente nos lo cuentan más y mejor que en frío”. Finalizaba diciendo que “esa parte de contacto con la persona usuaria y la parte de accesibilidad la tenemos que trabajar muy bien”.