Durante diez años, el servicio de Bizkaibus apenas se ha modificado. Sí ha habido ajustes en algunos líneas y frecuencias, pero a grandes rasgos el sistema sigue siendo el mismo. Y la sociedad ha cambiado mucho en esta década: los hábitos de transporte se han modificado, la demografía también ha experimentado variaciones y han surgido nuevos núcleos de población. Por ello, la Diputación prepara un cambio sustancial en la forma en la que presta el servicio de transporte por carretera. La optimización de los recursos será uno de los ejes sobre los que pivotará el nuevo modelo, que reducirá por ejemplo los recorridos que actualmente realizan los autobuses forales por el centro de Bilbao.

El departamento foral de Transportes, Movilidad y Turismo trabaja ya en el diseño del próximo Bizkaibus. Se espera que el primer borrador pueda estar preparado para el próximo año, de forma que entre en marcha cuando se adjudiquen las nuevas licitaciones, previstas para esta legislatura, esto es, antes de 2027. Las actuales caducaban este 2024 pero se ha decidido prorrogarlas hasta enero de 2027. Su responsable, Sonia Pérez, avanzó ayer cambios de calado en el modelo de transporte interurbano por carretera. “Tiene que cambiar; no es solo una cuestión de mejorar frecuencias sobre lo que tenemos. Queremos ir más allá”, adelantó la diputada foral. Y es que la última concesión, “que tiene ya diez años, nos ha encorsetado excesivamente y no nos ha dejado hacer mejoras ni adecuarnos a las nuevas demandas y nuevos hábitos de movilidad”, reconoció.

El objetivo primordial es garantizar la movilidad a todos los vizcainos, independientemente de dónde vivan. “Tenemos que buscar la mayor equidad del sistema, que con independencia de dónde vivas te garantice la misma movilidad”, señaló Pérez. La intermodalidad, combinar más de un medio de transporte para llegar a nuestro destino, y el transporte a demanda, para dar solución a los municipios dispersos y conectarlas a las cabeceras de comarca, serán claves en el futuro modelo. “Iremos a un dibujo de tela de araña, en lugar de tanto línea recta”, resumió.

La optimización de los recursos será clave para ello. Por ejemplo, con los autobuses que circularán a demanda de los ciudadanos, en los núcleos urbanos más diseminados donde las líneas habituales no se ajustan a las necesidades de la población. “Este sistema permitirá hacer un uso más eficiente de los recursos que tenemos y atender a una población que de otra forma no coge el autobús, porque no lo tiene o porque el que tiene pasa cada dos horas”, subrayo Pérez. De esta forma, los autobuses circularán solo cuando sean necesarios, evitando los viajes en vacío, e incluso los conductores podrán trabajar en otras líneas cuando no existan peticiones.

Otra punta de lanza serán los recorridos que realizan algunas líneas por el casco urbano de los municipios, que convierte a estos autobuses en prácticamente un servicio municipal. Pérez citó ayer específicamente el caso de la capital vizcaina. “Hay que sacar kilómetros de Bilbao, es algo que se ha constatado. No puede haber tanto autobús paseando por sus calles”, advirtió. En su lugar, la Diputación apostará por paradas intermodales, a las que lleguen los autobuses de Bizkaibus y desde las que los viajeros tomen otros medios de transporte para sus desplazamientos por la villa.

Actualmente Bizkaibus dispone en Bilbao de varias cabeceras de líneas, como la de Hurtado de Amezaga, además de innumerables paradas. Borja Guerrero

Actualmente, el servicio foral de autobuses dispone de varias cabeceras de líneas en Bilbao, desde la de Hurtado de Amezaga a la de Termibus, pero también en la plaza Moyúa, la Escuela de Ingenieros, la plaza del Ensanche, la calle Ayala y Bailén, o el número 6 de la Gran Vía, frente al Corte Inglés, además de innumerables paradas. Un ejemplo son las líneas que circulan desde Ezkerraldea y Meatzaldea, y que llegan a Hurtado de Amezaga entrando por Basurto y atravesando toda la calle Autonomía, con un total de nueve paradas.

Esa intermodalidad será otro cambio al que los usuarios de Bizkaibus se deberán acostumbrar. “Hay que cambiar nuestra cultura de viajar; estamos acostumbrados a ir de puerta de casa a puerta del trabajo, pero tenemos que buscar un sistema que logre el equilibrio. Hay otros medios de transporte, el principal la red ferroviaria y sobre ella tendremos que pivotar los demás”, remarcó. De ahí la importancia de la gratuidad a la hora de tomar varios modos de transporte en un mismo recorrido, transbordos que dejarán de cobrarse, primero en Bizkaibus, este mismo año.

Un buen diagnóstico

La base para un diseño acertado será un buen análisis de las necesidades. En este sentido, el departamento ha puesto a disposición de todos los ayuntamientos y mancomunidades, independientemente de su tamaño, ayudas para que elaboren diagnósticos de movilidad urbana en sus municipios, que deberán completar en un año. “Van a especificar los modos de transporte disponibles; los núcleos de población, por sexo y edad; vehículos privados, hábitos de movilidad, con los centros de actividades asistenciales, educativas, de ocio... Nos van a proporcionar una base objetiva para articular nuevas rutas, articular los servicios a demanda y para racionalizar los recursos disponibles...”, enumeró.