A raíz del homicidio ocurrido en el barrio bilbaino de Solokoetxe el pasado domingo, el último intento de apuñalamiento en la zona de Jardines de Albia y la pelea en el barrio de San Francisco, la cuestión de la seguridad en la villa vuelve a ser objeto de todas las miradas. Pero no solo eso, sino que la edad y la nacionalidad de los agresores y las víctimas han reabierto el debate en torno a la presencia y actuación de bandas juveniles en el territorio y criminaliza a la comunidad migrante.
A pesar de que en el caso del homicidio de Solokoetxe la Ertzaintza descartó que los implicados perteneciesen a una banda, en la actualidad son varios los grupos organizados cuya actividad o parte de ella está relacionada con la criminalidad y los actos delictivos. Sin embargo, según fuentes de la Ertzaintza, "se trata de un fenómeno enormemente dinámico y cambiante, lo cual impide la elaboración de registros concretos sobre la existencia de estos grupos".
Tal y como afirma el Departamento de Seguridad del Gobierno vasco, estos grupos se forman y se disuelven con relativa celeridad y, en muchos casos, es difícil de situar a estas personas en un lugar y espacio de tiempo concretos debido a la variabilidad y movilidad de los miembros que los integran. Esto se debe principalmente a que en su mayoría son menores de edad que carecen de medios, por lo que utilizan el transporte público para desplazarse. Es por ello que los datos facilitados no son exactos, sino un acercamiento a la realidad del fenómeno.
Número y tipología
En el periodo transcurrido entre los años 2019 y 2024 la Ertzaintza monitorizó alrededor de 50 pandillas juveniles cuyos presuntos miembros fueron detenidos y/o imputados por delitos de distinta índole. La mayoría de ellas se localizaron en Bizkaia, especialmente en las principales capitales y en el área metropolitana del Gran Bilbao.
Entre esos 50 grupos que la Ertzaintza localizó e identificó, existen varias diferencias que los clasifican en tres categorías: pandillas primarias, pandillas juveniles de imitación y pandillas juveniles internacionales.
Las pandillas primarias son aquellas que ocupan el escalafón más bajo, considerándolas como principiantes dentro del mundo de las bandas. Estas pueden evolucionar hacia un grupo de imitación o simplemente desaparecer en un corto periodo de tiempo. Un escalón por encima se encuentran las bandas juveniles de imitación que presentan un mayor nivel y tipología delincuencial.
Como su propio nombre indica, las pandillas de imitación adoptan ciertos aspectos de las grandes bandas como las conocidas Latin Kings, Los Caimanes o Ñetas, que se sitúan como referentes para los jóvenes que deciden conformar una banda. Por último, las pandillas juveniles internacionales son las menos habituales, y solo fueron detectadas dos en el año 2022.
Actividades
La Ertzaintza asegura que el número y la identidad de las personas que componen estos grupos es muy variable, y por tanto únicamente monitorizan a aquellas que han cometido algún delito previamente. Dichos actos delictivos están relacionados, generalmente, con riñas tumultuarias, lesiones y robos con violencia y/o amenazas.
Además, la Ertzaintza diferencia entre grupo o banda y organización. Las organizaciones cuentan con unas características propias como el reparto de funciones o el liderazgo jerarquizado, mientras que las bandas o pandillas son simplemente grupos de jóvenes que se juntan y adoptan un nombre queriendo imitar a otras más potentes.
Según recoge el Código Penal y la Fiscalía General del Estado, “la diferencia entre organización criminal y grupo criminal, es que la organización necesita de una estructura jerarquizada, tiene que estar en torno a una estructura rígida piramidal, mientras que en el grupo criminal se juntan siempre más de dos personas y se dedican a hacer cualquier tipo de actos, sobre todo violentos”.
Según los datos ofrecidos por la Ertzaintza y el Departamento de Seguridad del Gobierno vasco, entre los años 2020 y 2024 en Bizkaia se registraron 703 delitos cometidos por bandas juveniles, siendo 2021 el año con más infracciones (181) y el año 2024 el año en el que menos se cometieron (94). Unos datos que contrastan enormemente con los registrados en Araba (178) y Gipuzkoa (82), teniendo estos territorios menos población. En cuanto a la multirreincidencia de los jóvenes que componen estas bandas, la Ertzaintza no dispone de un registro "porque carece de la información judicial necesaria para su constitución".
Contundencia institucional y judicial
Ante los últimos episodios de violencia en la capital vizcaina el alcalde, Juan Mari Aburto, se ha mostrado contundente: "En Bilbao queremos poder decir que al delincuente se le detiene, pero también se le juzga y se le condena". A juicio del edil, la eficacia policial está siendo alta gracias a la coordinación entre la Ertzaintza y la Policía Municipal, y ha apuntado que "ese es el camino a seguir". Además, ha pedido contundencia judicial ante los casos de agresiones con armas blancas.
Respecto a la nacionalidad de los implicados en los distintos sucesos, Aburto ha señalado que "quien venga a nuestro entorno a trabajar, a formarse y a tener una vida mejor, va a tener nuestra ayuda en la medida en que podamos, pero aquellos que vengan a delinquir, les rechazamos profundamente y queremos que estén fuera".