La Ertzaintza tiene contabilizadas en Euskadi entre quince y veinte pandillas juveniles con diferentes grados de organización que destacan por su carácter imitador de las grandes bandas a nivel internacional que actualmente operan en el Estado. La actividad ilícita de estos grupos arroja un saldo de 184 delitos cometidos en Euskadi durante el último año, 29 de ellos en Gipuzkoa

Se trata de bandas radicadas en la CAV que atienden a un perfil de “grupo local o de imitación” con rasgos diferenciados a los del Estado, a pesar de lo cual “ese carácter imitador les confiere una peligrosidad que merece atención”, según la información de la Ertzaintza facilitada a NOTICIAS DE GIPUZKOA .

El territorio que aglutina un mayor número de grupos es Bizkaia –entre diez y catorce bandas, la mayor parte en el área metropolitana de Bilbao– mientras que Araba tiene censadas tres organizaciones y Gipuzkoa una. Estas pandillas tienen una base estable de unos diez a quince integrantes, generalmente “multiétnicos”, que convive con otra flotante que, ocasionalmente, también participa en incidentes delictivos y violentos. 

Dos décadas han pasado ya desde que, a principios de los 2000, el fenómeno de las bandas latinas llegara al Estado de la mano de Latin Kings y Ñetas, jóvenes que encontraban dificultades para encajar en la sociedad y buscaban sentido de pertenencia en grupos con los mismos intereses.

En la actualidad, quienes está radicados en Euskadi atienden en un perfil que no está catalogado por el Tribunal Supremo como organización criminal, como pueden ser las dos bandas mencionadas, además de Trinitarios y DDP. “El mero hecho de pertenecer a una pandilla juvenil no es motivo para detener a sus miembros”, precisa la Ertzaintza, que sólo persigue a sus integrantes por los delitos que cometen y no por formar parte de la banda como tal. 

Baja el número de delitos

La Ertzaintza elabora un informe criminológico anual de pandillas juveniles en Euskadi, con datos recogidos desde el año 2017. En relación a los hechos investigados durante 2023 se tiene constancia de 184 actos delictivos, un 5,1% menos que el año anterior, siendo la cifra más baja desde el año 2020, según la información facilitada a este periódico por la Ertzaintza.La mayor parte en Bizkaia (137), (29) en Gipuzkoa, y el resto en Araba (18).

Una parte importante de las acciones de estas pandillas no se judicializan. Se da la circunstancia de que, en general, los pandilleros no se denuncian entre sí, y algunas de las víctimas tampoco suelen hacerlo por miedo a represalias. 

Lesiones, amenazas o riñas tumultuarias conforman el grueso de la actividad ilícita de estas bandas, con un 49% de los casos. En segundo lugar figuran los robos con violencia o intimidación y los hurtos y robos con fuerza, en un 35% de los delitos. Se completa la fotografía con la venta de droga o el narcomenudeo en el marco de un consumo generalizado. 

“La cohesión se refuerza con la elección de un nombre para la banda que dota de un sentido colectivo a la misma”, señalan las fuentes consultadas. La denominación viene dada, principalmente, por las influencias musicales o por cuestiones de ubicación territorial, como el código postal, el barrio o localidad donde está asentado el grupo. Los miembros estables mantienen unos hábitos consolidados, “bien en plazas y parques entre semana, o bien en establecimientos hosteleros y centros comerciales durante los fines de semana”. 

La Ertzaintza ha desplegado diferentes operativos contra algunas de estas bandas locales debido a acciones delictivas “graves de forma continuada o recurrente, cometidas grupalmente por los integrantes”.

La brutal paliza a Álex de 'Los Hermanos Koala'

La actividad de estas organizaciones juveniles disparó las alarmas tras la brutal paliza al joven rumano de 23 años Alexandru Andrei, que en julio de 2021 fue atacado por la banda de Los Hermanos Koala (LHK) en Amorebieta-Etxano. Agentes de la Ertzaintza relataron durante el juicio celebrado el pasado mes de enero que esa misma noche se produjeron otras agresiones con un modo de actuación “similar” y que tres de los encausados estaban ya entonces identificados en una alerta policial como miembros de la banda.

La justicia condenó a entre 10 y 20 años de cárcel a los siete varones mayores de edad acusados de la agresión que dejó a la víctima en estado vegetativo. 

Alex pudo sobrevivir al intento de asesinato pero no habla y lleva postrado en una cama desde que ocurrieron los hechos. “Aunque los hubieran condenado a prisión para toda la vida, no nos devolverían lo que nos han quitado”, señaló tras conocer la sentencia Ana Claudia Ionita, la madre de un joven que actualmente es totalmente dependiente como un bebé. 

Lo que le han hecho a mi hijo no se puede pagar ni con cárcel ni con dinero ni con nada”, recalcaba su madre. “Aunque la indemnización fuera de millones, no pueden pagar lo que han dañado”, señaló. 

Según precisa la Ertzaintza, durante el mes de febrero, la Audiencia Provincial de Bizkaia declaró como “grupo criminal” a la pandilla juvenil Los Hermanos Koala, que en los últimos años ha delinquido de forma violenta en varias localidades vascas. Esta banda tiene su cuartel general en una lonja de Barakaldo, y se han labrado su fama poniendo en práctica un modus operandi caracterizado por su superioridad numérica, el empleo de armas y objetos peligrosos y la sensación de impunidad. 

Una banda que se asienta sobre una cierta jerarquía que sitúa a dos de los de mayor edad como cabecillas y “referentes” sobre el resto de jóvenes, especialmente sobre los que tienen entre 15 y 18 años. La noche de los hechos ya protagonizaron otros incidentes en el tren que los llevó desde Bilbao hasta Amorebieta.