Con casi dos horas de retraso ha dado comienzo la primera de las cinco sesiones señaladas para resolver la acusación contra la enfermera acusada de no haber vacunado a más de 400 menores en Santurtzi contra la hepatitis, difteria, neumococos, tétanos, gripe… La investigada, M.I.R.M., ha optado por posponer su declaración al último día del proceso. Eso sí, ha estado presente durante las declaraciones de los nueves primeros testigos. Y eso será el jueves o el viernes, después de haber escuchado a ese medio centenar de familias, peritos y personal de Osakidetza entre los que se cuenta la doctora responsable de los exámenes serológicos. 

Fuera de los juzgados, el abogado de la acusación ha hablado en nombre del medio centenar de familias que denunciaron a esta trabajadora de Osakidetza. Aitzol Asla ha manifestado que esos padres y esas madres “quieren que se castigue a esa persona y que no vuelva a trabajar como enfermera”. 

El abogado de las familias, Aitzol Asla, antes del comienzo del juicio Jose Mari Martínez

Cartillas de vacunación amañadas

Una decena de familias están hoy llamadas a declarar en el juicio “y hay muchas más que se han quedado fuera” del proceso abierto contra la ahora investigada por esa causa, a la que también se le imputan los delitos de falsedad documental y malversación de fondos. Y es que además de tirar a la basura todas esas dosis, la enfermera de Kabiezes amañó las cartillas de vacunación de los menores para que apareciera que habían sido inoculados. 

La investigada, M.I.R.M, está presente durante los testimonios de esta decena de testigos directos de los hechos. Todos jóvenes. Todos preocupados porque sus bebés de 2 meses no lloraran. Y todos sin fijarse en el comportamiento de la acusada. Una de las madres, enfermera de profesión también, ha relatado que “la inoculación fue muy rápida” para el volumen de líquido que se inyecta. 

Otra de las madres ha destacado la “reacción extraña” de la investigada cuando le comunicaron su extrañeza por el hecho de que su hija no tuviera reacciones a los pinchazos, como otros bebés que habían recibido las mismas vacunas en otros centros de salud. “Bromeando dijimos que parece que le estás inyectando agua porque no le dan fiebre” ha destacado a preguntas de la Fiscalía. “Pinchar la pinchó” ha dicho al recordar la marquita. 

Te puede interesar:

Sin reacción a la vacuna

Todas las voces declarantes han coincidido en que sus hijos no tuvieron ninguna reacción adversa como sí había ocurrido con otros hijos. Una de las testigos incluso ha manifestado su extrañeza por el modo en que supuestamente inyectó la vacuna: “Lo hizo muy rápido y de espaldas a mí, como ocultando”. Otro de los padres ha relatado su sorpresa porque tenía la papelera llena de empapadores mojados.