El Ayuntamiento de Berango inició ayer los preparativos para comenzar las obras del aparcamiento del barrio de Lantzarte. Operarios de la empresa adjudicataria Viconsa acotaron con vallas –algunas de las cuales fueron derribadas– parte del terreno de la campa en donde descargaron maquinaria para iniciar los trabajos. Esta actuación forma parte del proyecto de remodelación del barrio, que persigue “mejorar la accesibilidad, reorganizar espacios y favorecer la convivencia entre vehículos y peatones”, apuntan desde el Consistorio.

Sin embargo, el proyecto ha generado malestar en parte de los residentes y la asociación Lantzarte Bizirik, que lleva tiempo impulsando movilizaciones y ha interpuesto un recurso administrativo para solicitar “la paralización cautelar del proyecto”. La asociación explica que el 18 de julio presentaron un recurso en el Ayuntamiento porque “el proyecto aprobado y las obras adjudicadas infringen la ordenación pormenorizada del ámbito, según se recoge en el PGOU del municipio, por lo que sería ilegal proceder a su ejecución”. Además, detallan que el pasado 30 de julio volvieron a presentar otro recurso, en este caso, “una advertencia legal” al Ayuntamiento para que se abstuviera de proceder a la ejecución de las obras hasta que se resuelvan las medidas cautelares.

A este respecto, la alcaldesa de Berango, Itziar Aguinagalde, aclara que “el proyecto objeto del recurso ha sido promovido por el Ayuntamiento sobre suelo municipal, de acuerdo con la ordenación urbanística vigente”. Asimismo, la regidora recuerda que ha sido redactado “por técnicos competentes, aprobado por los órganos municipales correspondientes y sometido a procedimiento de contratación conforme a la Ley 9/2017 de Contratos del Sector Público”. Respecto a los escritos presentados por Lantzarte Bizirik, señala que “están siendo estudiados por los servicios jurídicos municipales”. No obstante, mientras “no se resuelva expresamente la medida cautelar solicitada, no concurre fundamento jurídico suficiente para paralizar unas obras legalmente aprobadas, contratadas y en ejecución, conforme a los principios de legalidad, eficacia y seguridad jurídica”, concluye.

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El apunte

Afecciones ambientales. Lan-tzarte Bizirik denuncia que las obras provocarán la tala “de una treintena de árboles frutales”, entre ellos, “alguna especie protegida como un acebo”. En cambio, desde el Consistorio aclaran que “el proyecto ha sido sometido a informe de los servicios técnicos, no habiéndose detectado en el ámbito de actuación la existencia de especies protegidas, solo un acebo de entre 50 y 80 centímetros que se trasplantará. Por tanto, no hay afecciones significativas a elementos ambientales que impidan su ejecución”, indican.