¿Qué puede hacer un pequeño monte vizcaino contra el cambio climático? En Orduña creen que mucho. Tanto, que han lanzado un proyecto piloto para convertir un terreno olvidado en un laboratorio vivo contra el fuego y para captar carbono. Bajo el nombre de Bosque resiliente, la iniciativa —desarrollada de forma participativa junto al Gobierno vasco y la Diputación Foral de Bizkaia con asesoría de Errotuz— echó a andar el pasado mes de abril. Ahora, el Consorcio de Aguas Bilbao Bizkaia y DEIA premiarán a Orduña en los IV Lurra Sariak, que se celebrarán el próximo 18 de junio, por su compromiso con el medio ambiente.

Orduña se despereza. El reloj acaba de marcar las 09.00 horas y los habitantes de la única ciudad de Bizkaia —título otorgado por Enrique IV de Castilla allá por 1467— se preparan para afrontar la segunda semana de junio. Rodeado de montañas, este exclave vizcaino, encajonado entre Álava y Burgos, es una ventana abierta al pasado. Iglesias medievales y palacetes de distintas épocas marcan el trazado urbano. Sin embargo, el municipio no es ajeno a los enormes retos medioambientales del presente.

En uno de sus montes públicos, el número 109, el Ayuntamiento ha puesto en marcha un proyecto pionero que mira directamente a esos desafíos: Bosque resiliente“Decidimos impulsarlo porque detectamos que el monte, tras años de abandono, había acumulado una masa vegetal excesiva, lo que aumentaba el riesgo de incendios”, apunta el alcalde, Iker Santocildes. Su objetivo, pues, es recuperar y diversificar este espacio natural para hacerlo más resistente al cambio climático y menos vulnerable al fuego.

Transformar el paisaje

Además de estos fines, el proyecto también pretende transformar y mejorar el paisaje de la zona, hasta ahora cubierto de maleza por estar sin uso durante las últimas dos décadas. Otra de las metas de Bosque resiliente es ofrecer una oportunidad al sector ganadero local para acceder y aprovechar ese monte en épocas distintas a las habituales, fuera de la temporada tradicional de pasto. “Queríamos mejorar la capacidad del suelo para fijar carbono y promover una gestión activa del territorio que vincule medio ambiente y economía local y sea sostenible a largo plazo”, concluye.

Hasta ahora, la iniciativa ha superado ampliamente las expectativas iniciales, asegura Santocildes. En ese sentido, el alcalde puntualiza que se ha logrado abrir el paisaje, creando un mosaico más diverso de bosque, matorral y praderas, lo que ha permitido reducir la huella de carbono. “Además, gracias al pastoreo con ganado local, se ha favorecido la regeneración natural del terreno y se ha mejorado la estructura del suelo”, añade Santocildes, quien también menciona el impacto positivo del proyecto en el sector ganadero.

Sector ganadero

Un sector que ha participado activamente en su desarrollo a través de la asociación de Ganaderos Bedarbide y otros profesionales no vinculados a este grupo, que han sido los principales usuarios del Monte 109 durante los últimos meses. “El pastoreo dirigido ha sido clave en el mantenimiento del paisaje y la reducción del combustible vegetal”, detalla el alcalde.

Sin duda, este tipo de iniciativas seguirán creciendo. El trabajo realizado en Orduña cristaliza el compromiso de una comunidad pequeña frente a un desafío global. En un mundo donde el cambio climático avanza imparable, proyectos como este demuestran que la sostenibilidad empieza en lo local, en el cuidado de cada pedazo de tierra.

Los premios

Orduña, con su monte 109, da un paso adelante para proteger su entorno, fortalecer su economía rural y ofrecer un modelo que otras comunidades podrán replicar. Porque, al final, como recuerdan aquí, la batalla contra el cambio climático se gana o se pierde en cada hectárea. El proyecto ‘Bosque resiliente’, que echó a andar el pasado mes de abril, fija como objetivos principales reducir el riesgo de incendios forestales y mejorar ha huella de carbono en el suelo y se ha desarrollado en colaboración con el Gobierno Vasco y la Diputación Foral de Bizkaia. Asimismo, la asociación de ganaderos de Orduña, Bedarbide, ha participado en el mismo, que ya ha sido testado “por tres o cuatro” profesionales del sector de la zona, según concreta el alcalde, Iker Santocildes. El trabajo realizado por el consistorio será premiado en la IV edición de los Lurra Sariak, que se celebrarán el próximo miércoles, día 18, en el Teatro Campos Elíseos de Bilbao.