El aliento y el ánimo cómplice del “¡Buen camino!” se cambia por el “¡Buena mar!”. Pero el espíritu aventurero indomable que huele a salitre se mantiene y también ese no sé qué que impregna, como magia, o camiño tradicional. La unión de ambos, y del conxuro y la mística, es el Camino de Santiago a vela, que ayer se despidió de Bizkaia tras las paradas en Bermeo y Getxo. El Puente Colgante puso, a primera hora, el marco maravilloso a ese agur y hasta la próxima. Ahí van ahora, surcando el Cantábrico, unas 25 embarcaciones y en una de ellas se encuentra el matrimonio de los portugalujos Juan Cruz Achutegui y Marimar Arnaiz. “Estar ahí en medio, con las velas desplegadas y escuchando solo el golpear del barco en el agua es una sensación incomparable”, suspira Marimar.

Juan Cruz Achutegui y Mari Mar, con su credencial. P. NIETO

Y claro, añadir a ese placer el desafío de sumergirse en el Camino de Santiago acuático, desde el puerto francés de La Rochelle hasta Vilagarcía de Arousa –y con un último arreón a pie desde Padrón hasta la Plaza del Obradoiro–... es una gran motivación. “Llevamos cinco años intentando hacerlo y el año pasado, por fin embarcamos, pero tuve un contratiempo de salud, que nos coincidió casualmente aquí, de Bermeo a Santurtzi, y tuvimos que abandonar”, rememoraba Juan Cruz, desde el Marítimo El Abra, punto de atraque de esta edición en Getxo. Lo hacía con palabras y miradas apasionadas por la mar. “Y me podía haber pillado en Martinica, en medio de la nada, que era otro plan que tenía y que al final descarté...”, desveló. Y es que revolotean en su cabeza proyectos increíbles y supremos a bordo de un barco. Así que como esas promesas que se hacen al cielo, o a sí mismo, más bien, Juan y Marimar dijeron: “Este año, sí que sí”. Y hace una semana, el pasado viernes 6, partieron de La Rochelle, tras un periplo duro para arribar hasta allí en ese prólogo de etapa previa. “Un poco de rock and roll... Hubo mucho meneo: mucha ola, mucho viento, muy mala mar y muchas horas de navegación... ¡34 horas! Fue duro”, comentó el jarrillero.

Más de tres semanas

Parte de los miembros de la organización. PANKRA NIETO

Esta ruta hasta Galicia dura casi un mes, pues será el 1 de julio cuando el destino de Santiago de Compostela sea conquistado por los tripulantes, tras esos últimos pasos caminando. Durante el viaje, hay participantes que se van descolgando y otros que se van incorporando... Además, está la opción de acudir con la embarcación propia o de alquilar una con patrón incluido, incluso. Hondarribia, Getaria, Bermeo, Getxo, Santander, Ribadesella, Gijón, Avilés, Ribadeo, Viveiro, Cedeira, Ferrol, A Coruña, Laxe, Muxía, Muros, Boiro y Vilagarcía de Arousa son las escalas para este verano de este trayecto inolvidable. Y en cada una de ellas, se van sellando las credenciales para conseguir la Compostela, claro. Y, al igual que en el camino por tierra, brotan –y seguro que echan amarras– las amistades, la camaradería, las confesiones, la diversión... “Está siendo una experiencia muy agradable”, reconoció Marimar antes de poner rumbo a Santander. Porque no todo es navegar. Las etapas suelen durar unas seis horas en la mar durante las mañanas, y luego, en cada sitio, hay actividades programadas, celebraciones, concursos gastronómicos, visitas culturales... De hecho, tras parar en Getxo, el plan fue acercarse a Bilbao para ir al Museo Guggenheim y al Itsasmuseum. Y durante el recorrido también hay chapuzones, por supuesto. O quizás algunos quieren entrar en otros puertos cercanos a los marcados... Hay margen para el disfrute particular.

La flotilla está integrada por Juan Cruz y Marimar, por otros dos matrimonios vascos –y un tercero que ya no continúa– y por una gran mayoría de franceses. Pero a lo largo de los próximos días, se irán sumando italianos, belgas, alemanes, irlandeses, británicos, argentinos y hasta un brasileño. La previsión es acabar en Vilagarcía de Arousa con 32 embarcaciones. De hecho, como explica Patricia Alcubilla, coordinadora de la travesía, el objetivo de este proyecto es “movilizar la flota, atraer turismo náutico europeo y llenar nuestros puertos, porque hay 6.000 amarres vacíos en el norte”. Esta es la décima edición del Camino a Santiago a vela, por el que han pasado 2.000 peregrinos de la mar.

Los datos

Las escalas. Hondarribia, Getaria, Bermeo, Getxo, Santander, Ribadesella, Gijón, Avilés, Ribadeo, Viveiro, Cedeira, Ferrol, A Coruña, Laxe, Muxía, Muros, Boiro y Vilagarcía de Arousa. La ruta culminará con la etapa final a pie desde Padrón hasta la Plaza del Obradoiro.

Inicio y final. El camino empezó el pasado día 6 en el puerto francés de La Rochelle y terminará el 1 de julio con la jornada caminando.

La cifra

Te puede interesar:

10

Esta es la décima edición de esta iniciativa por la que han pasado 2.000 peregrinos de la mar.