Tras varios meses de tramitación y después de salvar una bola de partido in extremis, las Juntas Generales aprobarán el próximo miércoles los cambios fiscales. La negociación ha sido compleja y la valoración de Confebask ha generado cierto malestar en las administraciones vascas.

Al final se ha llegado a un acuerdo, pero durante el debate se ha llegado a cuestionar el modelo pidiendo que la negociación fuera en el Parlamento Vasco.

—La Diputación Foral de Bizkaia respeta los derechos históricos. Y la capacidad normativa está en las Juntas Generales, no en el Parlamento Vasco. El Parlamento tiene otras competencias de armonización, coordinación y colaboración de los tres territorios. En Bizkaia apostamos por ese modelo institucional, que es más cercano a la ciudadanía. Y se nota cuando haces una revisión fiscal, pero también con cualquier elemento. Por ejemplo, los mutualistas. Sabíamos qué incidencia tenían en nuestros pensionistas y estando cerca hemos podido responder mucho más fácil. Lo mismo ocurre con la campaña de Renta; nosotros sabemos qué necesitan nuestros ciudadanos. Por tanto, ser una administración cercana nos posibilita tener más cintura. Ese debate que se ha puesto encima de la mesa no existe.

No parece fácil apagarlo.

—Quien ha llevado ese debate al Parlamento igual es porque no tiene una alternativa fiscal. Han cogido nuestro proyecto, han presentado enmienda a la totalidad y lo han tirado a la basura, en lugar de analizar esta revisión fiscal y explicar por qué van a votar no a que más de un millón de contribuyentes se beneficien de ella. Porque van a decir que no a más de 120.000 jóvenes que se van a beneficiar en la emancipación. EH Bildu. en lugar de explicar por qué votan no, deriva el debate y pone el foco en la inteligencia artificial o en la armonización en el Parlamento Vasco. Han actuado así en lugar de ponerse frente a esta revisión fiscal, mirar a los ojos a la ciudadanía y decirle que no tienen proyecto alternativo en política fiscal.

Confebask también la ha criticado.

—No entiendo qué necesidad hay de generar este clima de incertidumbre o esa sensación de lejanía de Bizkaia o del resto de las diputaciones forales con el sector empresarial y el tejido industrial. Me gustaría que cuando diéramos una opinión nos basásemos en la realidad, en lo que contiene la revisión fiscal, y nos alejemos de crear un relato a partir de unos titulares al día siguiente de anunciar el acuerdo con Podemos. En la Diputación de Bizkaia llevamos desde 1997 siendo los mismos. Nuestra política fiscal no ha cambiado en los últimos treinta años. Somos los mismos que negociamos ahora con Elkarrekin Podemos o en 2014 y 2018 con el Partido Popular la reforma fiscal. En materia fiscal seguimos igual. Estamos al lado de la empresa, estamos al lado de la industria, ponemos en valor siempre al empresario. Sabemos los riesgos que asumen porque invierten y estamos al lado de la inversión, de la competitividad, de la generación de riqueza y empleo de calidad.

Más allá de la patronal, ¿qué les diría a los empresarios?

—El mensaje es de apoyo. Seguimos estando ahí. De hecho, la revisión fiscal contiene medidas de apoyo a la inversión. No solo a las empresas directamente sino también a la relación empresario-trabajador, impulsando incentivos para los cuidados, para conciliación… No hay ninguna duda de dónde estamos.

¿Qué mejoras notará la gente?

—Podemos poner tres focos. Uno el de las rentas bajas, que no van a tener que pagar impuestos hasta salarios de 20.000 euros. Va a beneficiar en Euskadi a 340.000 personas y vamos a poner en sus bolsillos 138 millones de euros. Luego hay otro bloque de incentivos para que las mujeres puedan ir a trabajar y no se queden en casa cuidando a sus dependientes o hijos. Y luego hay medidas destinadas a favorecer el acceso de los jóvenes a la vivienda con incentivos a la emancipación o ampliando el tiempo de la cuenta vivienda. –