Las mañanas en esta época del año distan mucho de ser la típica jornada del verano vizcaino que atrae a miles de usuarios procedentes de lugares harto dispares de la geografía vasca para disfrutar de las olas del Cantábrico en la playa del Valle de Somorrostro que se desparrama a lo largo de 900 metros entre los municipios de Muskiz y Zierbena. Con frecuencia muchos vecinos –sobre todo de su hinterland natural de Ezkerraldea, Meatzaldea y el Bilbao metropolitano–, solos, en pareja o en cuadrilla, con y sin mascotas, desafian al viento y a una temperatura ambiente que a primera hora de la tarde apenas suele alcanzar la docena de grados, se acercan a esta playa. Un destino costero en el que en los últimos años las instituciones se han volcado en su regeneración ambiental –aplaudida por ecologistas y naturalistas por su puesta en valor y protección de las marismas del Barbadun– pero que a su juicio se ha olvidado de los auténticos protagonistas del paraje natural: los usuarios y usuarias de la playa.
Baños en el arenal
Al menos fuera de la temporada oficial de baño, para los y las que tienen que valerse de muletas o sillas de ruedas en su caminar, a quienes se acompañan de carritos de bebé para que sus vástagos o menudos familiares sientan la brisa marina o las personas mayores que deben afrontar largas distancias por las pasarelas de madera sin contar con un punto de alivio para el descanso o para atender las necesidades fisiológicas más apremiantes.
“En verano montan unos baños en la zona media del arenal pero fuera de temporada desaparecen tanto el baño móvil en la zona media de la playa como los baños que se encuentran en la zona de Zierbena”, denuncian desde la plataforma que ha hecho llegar su petición tanto a los ayuntamientos costeros de Muskiz y Zierbena como a la Diputación Foral de Bizkaia y a la Demarcación de Costas.
Espacio inclusivo todo el año
Y es que, tal como denuncia la recién creada Plataforma de usuarios y usuarias de la playa de La Arena Por una playa inclusiva, “el arenal es un dechado de virtudes y servicios durante la temporada de baños mientras que el resto del año es territorio vedado para quien tenga alguna limitación, sea por edad o por limitaciones de movilidad”, expresaba a DEIA, José María García Garay portavoz de esta plataforma cívica que cifraba en más de 1.000 las firmas recogidas entre los pasados meses de noviembre y diciembre para que los responsables de la gestión y del mantenimiento de la playa “sientan la necesidad de que el arenal sea un espacio inclusivo durante todo el año. Es un bien público, como un parque urbano, del que tenemos derecho a disfrutar todo el año”.
El apunte
Firmas. La Plataforma de usuarios y usuarias de la playa de La Arena ha recogido en apenas mes y medio alrededor de 1.000 firmas para que las instituciones competentes hagan del arenal un espacio inclusivo durante todo el año.
Peticiones. Los usuarios plantean la necesidad de que se desarrolle la conexión entre la actual pasarela y Pobeña, que se instalen un baño público permanente en el trayecto y que se instalen bancos para posibilitar el descanso o alivio de las personas que lo necesiten.
Pasarela
En este sentido, la plataforma insta a las autoridades competentes a acometer “la reposición del camino fijo del paseo de madera que enlazaba con el puente de Pobeña que, como consecuencia de un fuerte oleaje, fue derribado sin que hasta la fecha se haya repuesto, con el consiguiente perjuicio patrimonial para dicha zona, teniendo en cuenta que enlaza con el Camino de Santiago y la Vía Verde, a la que acceden personas con todo tipo de condición física”.
Para los proponentes, caso de que sea “dificultoso” u “oneroso para las arcas públicas”, proponen que la pasarela de madera que se instala en verano “sea fija, con carácter permanente todo el año, y reúna los requisitos de accesibilidad” para personas con problemas de movilidad, de edad avanzada, coches de bebé, sillas de ruedas.
Más asientos de madera
Del mismo modo la plataforma –que entregó su demanda en el registro municipal de Muskiz el pasado 14 de enero con copia para el resto de administraciones involucradas– solicita que se pongan “más asientos de madera en el paseo de la zona de Muskiz ya que en la actualidad sólo hay dos, situados además en el mismo tramo al final de la pasarela fija a los que se llega después de recorrer más de un kilómetro”.