A simple vista, desde la calle no era fácilmente perceptible, pero entre la séptima y la octava planta del número 11 de la calle Arrontegi, una grieta situada en un lateral, junto a uno de los laterales del canalón que hace correr el agua edificio abajo en días de lluvia como ayer, fue la gran preocupación de los vecinos de este inmueble y del número 9, el contiguo. Hacia las 21.00 horas del pasado miércoles, la Policía Local barakaldarra recibió el aviso del vecindario del número 11 de que podría haber un desprendimiento en la fachada con riesgo de caída de cascotes hacia la vía pública y hacia el edificio contiguo.
Ante esta situación, efectivos de la Policía Local de Barakaldo se trasladaron hasta el lugar de los hechos junto a los bomberos. Tras la primera inspección ocular realizada por los bomberos y ante las dificultades de actuación por la persistente lluvia y la falta de iluminación, se optó por acordonar la zona, aunque no fue necesario desalojar a los vecinos del portal afectado. Además, para más seguridad, se procedió a cortar el suministro de gas no sólo del portal afectado, sino de otros de las inmediaciones. “Se acordonó la zona para evitar riesgos para las personas y se dejó el paso al ambulatorio con cierto cuidado”, señaló Ángel Madrazo, edil de Seguridad Ciudadana del Consistorio barakaldarra. A lo largo de la mañana ya se hicieron gestiones para restablecer el gas en el resto de edificios. Por la altura a la que se había generado la grieta, la operación era de envergadura y, por este motivo, a lo largo de toda la mañana se estuvo trabajando en la llegada de una grúa que permitiese acceder con totales garantías a la zona en la que se había visto la grieta para poder actuar y, de este modo, tratar de evitar posibles caída de cascotes. Mientras tanto, vecinos de Arrontegi y viandantes que desconocían lo acaecido la noche anterior, al ver la zona acordonada y con presencia policial preguntaban a los agentes qué había ocurrido. Tras la respuesta, casi instantáneamente, la mirada se iba unos cuantos metros para arriba, a la altura de la séptima planta del número 11 de la calle Arrontegi.
La grúa llegó a primera hora de la tarde y con ella, los operarios pudieron, en primera instancia, ver con mayor detalle los daños que presentaba la fachada y, en segunda instancia, poder actuar para evitar posibles caídas de cascotes. Estas medidas tomadas por los operarios posibilitarán también la reparación, en cuanto sea posible de la zona de la fachada de este edificio que no supera las dos décadas de antigüedad que presenta daños.
Una vez los operarios culminaron las labores de inspección y asegurado de este punto de la fachada, se procedió a la retirada de la grúa. Con todo ello, pasadas las 17.00 horas se procedió a abrir al tráfico y al tránsito de personas con total seguridad este punto de la geografía barakaldarra.
Grieta
Arrontegi 11. En esta calle de Barakaldo se abrió una grieta en la fachada lateral lo que obligó a acordonar la zona.
La frase
Madrazo “se acordonó para evitar riesgos”
El concejal de Seguridad Ciudadana, Ángel Madrazo, afirmó que se “acordonó” la zona cercana al edificio para “evitar riesgos para las personas y se dejó el paso al ambulatorio con cierto cuidado”.