El efecto Gabarra, las consecuencia de que casi un millón de personas se volcara para presenciar la subida victoriosa del Athletic por la Ría, llegó el pasado jueves a muchos aspectos de la sociedad vizcaina. Uno de ellos cotejado por el Consorcio de Aguas Bilbao Bizkaia (CABB) es el bajón en el consumo de agua en los hogares y empresas del territorio que en alguno de los municipios que gestiona el ente llegaron casi a las cifras que reflejan las gráficas durante las horas nocturnas, cuando prácticamente nadie abre los grifos porque la mayoría de la población está durmiendo.
Koldo Urkullu, director de Explotación y Gestión de activos, explica a DEIA como “el sistema nos permite detectar cualquier anomalía en la red de abastecimiento secundaria y esta claro que tanto el desfile de la gabarra como el día de la final en Sevilla lo fueron”.
El análisis de los diferentes municipios consorciados arrojan datos muy similares “sean municipios del interior o los que están alrededor de la ría”, comenta. Las gráficas son muy homogéneas por días de la semana a la hora de determinar el consumo. Las jornadas laborables se inician con un pico de gasto de agua motivado por las duchas, los desayunos y la actividad durante la mañana que baja hasta la hora de comer donde existe un nuevo repunte. El consumo de agua baja mucho durante la tarde para volver a incrementarse en la hora de la cena finalizando la jornada con el desplome total cuando todo el mundo va a la cama.
Desplome del consumo
Urkullu explica que “como el jueves el consumo después de comer literalmente se desplomó, nadie echó mano del grifo, todo el mundo aguantándose para no ir al baño o simplemente no estaba la gente en casa porque había acudido a la ría... después según llegaron los jugadores a Bilbao el consumo volvió a la normalidad, es el efecto gabarra”.
Y el fenómeno no se registró solo en los hogares también en el sector hostelero que se quedó prácticamente sin clientela, ni tan siquiera los miles de personas que se apostaban en las orillas del cauce, la gran mayoría de las cuales ni se movió durante las horas de espera para evitar perder la plaza que ocupaban detrás de las barandillas que se asomaban la Ría.
Un ejemplo es el municipio de Galdakao, del que se recoge la gráfica abajo. En la misma se observa la caída del consumo en el periodo de tiempo en que se prolongó la comitiva fluvial entre Getxo y Bilbao. Si normalmente ronda los 36 litros por segundo a esa hora de un día laborable habitual, el jueves pasado, en el momento culmen de la gabarra apenas superó los 20 litros,
La posibilidad de conocer tan al detalle el comportamiento de las redes de distribución como consecuencia del consumo de agua es posible gracias al sistema de predicción de consumos con el que trabaja en tiempo real el CABB.
Urkullu explica que “es un sistema de inteligencia artificial que nos permite predecir cómo se va a comportar la red y cuando no recoge los datos habituales aporta un evento, una distorsión”.
El sistema informa principalmente de las fugas que sufre la red, por ejemplo, por una rotura de las tuberías, y actuar en consecuencia. Este sistema ha permitido, por ejemplo, resolver el 40% de fugas existente en la red de abastecimiento de la comarca de Busturialdea integrada en el Consorcio desde 2022. Su efectividad es total ya que cada día se generan entre 10 y 20 eventos de media en toda la zona de influencia de la entidad consorciada.
La pieza principal de este sistema, la cual aporta datos cada cinco minutos, es el caudalímetro, un dispositivo que mide el discurrir del agua por la conducción, y del que hay un total de 400 aparatos en toda la malla que controla el Consorcio de Aguas. “Cada uno de estos sensores mide un sector de cada uno en los que hemos dividido los municipios, en función de la población. De media controlamos 1.000 conexiones a abonados por sector”, describe el responsable.
El sábado 6 de abril, el día de la final de Copa en Sevilla, también se notó la variación en consumo de agua en unas gráficas que por ser fin de semana son diferentes a los días laborables. La gráfica de la izquierda recoge del comportamiento de la población ocurrido en el municipio de Santurtzi. “Al final del partido, ya de madrugada, en vez de caer el consumo como es habitual los sábados, hay un pico hacia arriba, lo que significa que los vizcainos lo celebraron, levantándose de ver la televisión, yendo al baño y tirando de la cadena, echando un trago del grifo, se vuelve a consumir agua. Luego en vez de volver a bajar a los niveles habituales de madrugada, se registra más consumo causado por las celebraciones que se registraron tanto en las viviendas como fuera de ellas”, detalla el director de Explotación y Gestión de activos.
Urkullu destaca que lo ocurrido en estas jornadas tan especiales en Bizkaia “es una muestra más de que el consumo del agua es un termómetro de la sociedad y de cómo los comportamientos humanos cualquier circunstancia, en este caso masiva, afecta al suministro”.
