Mungia mantiene un estrecho vínculo de colaboración con el país africano de Benín desde hace casi dos décadas a través de la fundación Vida para Todos, una organización sin ánimo de lucro que trabaja para mejorar las condiciones de vida de las comunidades más vulnerables. Desde hace 17 años, el Ayuntamiento de Mungia colabora con esta fundación financiando el desarrollo de diversos proyectos de cooperación en aquellas zonas más desfavorecidas. Su objetivo principal es “facilitar el acceso a servicios básicos como la educación, la salud y la alimentación, así como fomentar el desarrollo económico sostenible de la región”, según destacan desde el Consistorio mungiarra.

Precisamente, fruto de esa estrecha colaboración, hace unas semanas el padre Theodore Soume, de origen beninés y que fundó la entidad en 2005 después de haberse formado académicamente en las universidades de Salamanca y del País Vasco, visitó Mungia para reunirse con la alcaldesa, Alaitz Erkoreka, así como con la teniente de alcaldía encargada del Área Social, Bakarne Egia. En dicha reunión, el responsable de la fundación dio a conocer la situación actual de los proyectos y el nivel de cumplimiento de los objetivos marcados.

Por su parte, la regidora mungiarra confirmó que seguirán apoyando “esta noble causa por mucho tiempo”, sumándose y apostando por la iniciativa de la fundación Vida para Todos. “Mediante esta cooperación queremos contribuir tanto al desarrollo social y económico de la población de Benín, como al fortalecimiento de los lazos de amistad y solidaridad entre ambos territorios”, indicó. De esta forma, el Consistorio mungiarra tiene previsto continuar con la alianza entre ambas organizaciones, con el fin de seguir construyendo un futuro mejor y más justo.

Precisamente, entre las líneas de trabajo que se llevan a cabo dentro de estos proyectos destacan la creación de oportunidades de empleo, la formación técnica y profesional de las vecinas y vecinos de esta zona y también la mejora de las condiciones educativas en las comunidades más desfavorecidas, facilitando el acceso a recursos educativos. Además, se apuesta por llevar a cabo acciones para mejorar el acceso a servicios de salud básicos, la prevención de enfermedades y la promoción de hábitos saludables y se trabaja para fortalecer las capacidades y competencias de las organizaciones locales en Benín, promoviendo la gobernanza participativa y el desarrollo sostenible.

Cooperativa y hospital

Desde el inicio de esta relación entre la fundación y el Ayuntamiento, se han desarrollado diversos proyectos como, por ejemplo, la creación de una cooperativa de mujeres en la región de Sirarou, dedicada a la formación y el empoderamiento de mujeres que aprenden un oficio que les sirve para contribuir a sacar adelante a sus familias. Con este proyecto se ha logrado “la mejora de la calidad de vida de las mujeres con familias a su cargo, carentes de recursos de ningún tipo, que viven en dicha región, mediante una cooperativa que ha generado más de 80 puestos de trabajo, facilitando su emancipación y su inserción laboral y ayudando al mantenimiento de sus hijos e hijas”, apuntan.

El segundo proyecto, iniciado en 2010, se ha desarrollado en diversas fases debido a su complejidad y ha consistido en la construcción de un complejo hospitalario en la región de Banikoara. Con la financiación aportada por Mungia, se procedió al cerramiento del terreno, la provisión de agua y luz, la construcción de los distintos edificios que albergan el complejo, así como la dotación de un depósito de agua potable, una cocina y un comedor para las personas enfermas. Además, se construyó un dispensario de medicinas y se finalizó y equipó el edificio destinado a los nacimientos.

En este sentido, parte del complejo hospitalario se inauguró a finales de 2012 y desde entonces se prestan los siguientes servicios: medicina interna, ginecología, pediatría, oftalmología, estomatología, traumatología y el I.E.C (Información, Educación y Comunicación). Debido a las inundaciones sufridas en 2022, las instalaciones resultaron seriamente dañadas, lo que ha obligado a reubicar y reordenar todas las infraestructuras durante este año. Este servicio sanitario en la región está posibilitando “salvar muchas vidas, especialmente entre mujeres que antes daban a luz en sus casas sin ningún tipo de ayuda médica”, concluyen.