El cultivo ecológico ha ido ganando terreno y se ha convertido en una tendencia al alza en Euskadi. En los últimos años, el número de agricultores que optan por métodos ecológicos ha crecido de manera constante. Este movimiento no solo se ha arraigado en el territorio, sino que también ha encontrado un firme respaldo en la comunidad local. Tanto es así que La superficie destinada a la producción ecológica sigue al alza en Euskadi.

Sin ir más lejos, en 2022 el Consejo de Agricultura y Alimentación Ecológica de Euskadi (Ekolurra) certificó 1.199 nuevas hectáreas destinadas a la producción ecológica en Euskadi, ocupando 9.104 hectáreas de suelo agrícola. En Gipuzkoa, con un incremento del 35%, el aumento de la superficie de tierras ha sido el más elevado a consecuencia de la inscripción de grandes ganaderos y ganaderas. Le siguen Álava con un crecimiento del 12% y Bizkaia con un 5%. Desde 2016 hasta la actualidad, la superficie de tierras agrícolas certificadas de Euskadi casi se ha triplicado. Según Ekolurra, en estos momentos, el 5% de las tierras agrícolas de Euskadi están ya certificadas como ecológicas, cifra aún lejana al reto del Pacto Verde Europeo: que el 25% de las tierras sean ecológicas en 2030.

La ganadería ecológica, un sector que está en crecimiento

La producción animal ha mantenido una tendencia al alza (8%) con el incremento más notorio dentro de la cría de aves cárnicas y el vacuno. Sin embargo, la horticultura, la fruticultura y la viticultura han sido, una vez más, la ocupación de la mayoría de los y las profesionales de Euskadi. En estas tres actividades el crecimiento está siendo continuado y constante, mientras que la comercialización y la importación han bajado.

Cultivo ecológico vs. Cultivo tradicional

El cultivo ecológico se distingue por su compromiso con la sostenibilidad y la reducción del impacto ambiental. Algunas de las diferencias clave con la agricultura tradicional es que, por ejemplo, se evitan los pesticidas y herbicidas químicos sintéticos, lo que garantiza la ausencia de residuos tóxicos en los alimentos. Además, en lugar de fertilizantes químicos, los agricultores ecológicos emplean fertilizantes naturales, como el compost y los abonos orgánicos, lo que mejora la calidad del suelo y reduce la erosión.

El cultivo ecológico no solo aporta beneficios ambientales, sino que también contribuye a un futuro sostenible. Promueve la salud del suelo, conserva la biodiversidad y reduce la huella de carbono. Además, los productos ecológicos son altamente valorados por los consumidores conscientes de su salud y del medio ambiente. Los consumidores en Euskadi, al igual que en otras partes del mundo, están demostrando un creciente interés en los alimentos ecológicos. La demanda de productos frescos y saludables ha impulsado a más agricultores a adoptar prácticas sostenibles. Los mercados de agricultores ecológicos se han multiplicado en las ciudades vascas, brindando a los productores una plataforma para conectar directamente con los consumidores.