No faltó ni San Severino en procesión. Balmaseda echó el resto, todos los sacramentos tradicionales de la receta –chorizo, morcilla, etc.– y los que no lo son, para sacarse la espina de no haber podido conmemorar el año pasado el cincuenta aniversario del concurso de alubias en putxera por culpa del incendió que rodeó el centro urbano. 162 ollas ferroviarias se sometieron a la evaluación del jurado comandado los chefs Dani García y Xabier Zabaleta, designados Cofrades de Honor junto a la Universidad del País Vasco.

El triunfo absoluto correspondió al gernikarra José Antonio Zumalakarregi. Exultante, aseguró que vencer en la cuna de las putxeras “me parece un sueño”. “Vengo desde hace muchos años, pero no había ganado nunca”, explicó. Mientras él saludaba a la concurrencia desde el escenario con su txapela y su trofeo, un amigó desveló que las alubias “son de su cosecha, las últimas que le quedaban en casa”. Además de una materia prima de calidad, el secreto de la victoria residió en “la paciencia para vigilar la olla durante horas, disciplina y ser meticuloso porque los pequeños detalles marcan la diferencia”. A las 4.30 horas de la madrugada ya conducían rumbo a Balmaseda para intentar encontrar un buen sitio en la plaza de San Severino y sus alrededores. Después de la entrega de premios, que se demoró más allá de las 16.00 horas, ocho personas se sentaron a comer las dos putxeras que preparó la mano reconocida por los jueces.

La Cofradía de la Putxera se mostró satisfecha con el nivel de participación, habida cuenta de que cuando el 23 de octubre coincide en día laborable la asistencia suele bajar. “Calculábamos unas 130 putxeras y se ha inscrito una treintena más”, valoró un Jokin Salaberri ya afónico cuando comenzó la entrega de galardones por todo el movimiento. Este año la cuantía de los premios creció en un 40%, se entregaron diez especiales a los mejores cocineros locales y otro a la clasificada en el puesto número 51, en un guiño a las ediciones del concurso.

En la criba final, Nerea Cuenco se unió a las puntuaciones de Xabier Zabaleta y Dani García, quien prometió “cuidar” la olla ferroviaria que recibió de regalo y “quién sabe, lo mismo animarme a concursar algún día”. Las putxeras que alcanzaron esa fase debieron superar primero una prueba visual y una segunda de sabor. Los integrantes del jurado se repartieron las etapas de la evaluación para agilizar el certamen. Alex Duke (Compañía Echebaster), Marian Tubet (Restaurante Trueba, Bilbao), Jon Lodeiro (Restaurante Sikera, Barakaldo), Diego Valdivielso (Fundación Bisubi), Javier Izarra (Sol Repsol Restaurante Tamarises Izarra, Getxo), el crítico gastronómico Josema Azpeitia (Revista Ondojan) y Mikel Bengoa (Restaurante Herriko taberna Mikel Bengoa, Meñaka), bajo la dirección de Jose Mari Agirre (Restaurante La Roca, Bilbao) fueron los encargados de adjudicar las puntuaciones.

Homenaje a Joseba Iraola

Durante el acto, además, se rindió homenaje a Joseba Iraola, el balmasedano campeón de Europa de montaña en la categoría E2SC, quien agradeció desde el escenario el respaldo que siente por parte de la afición de su localidad natal. El viernes la agrupación de txosnas le brindó otro reconocimiento. Además, la Cofradía de la Putxera quiso tener un detalle con el presentador Julian Iantzi y le entregó una olla conmemorativa. Por otro lado, lo recaudado por las inscripciones se donará a la asociación SOS Ukrania Euskadi.

Lo aplaudieron desde la plaza de San Severino las hermanas Ruth y Leire Goikoetxea, Daniel Linares, Andrea Cañadas, Idoia Díaz, Eva Santamarina y sus amigas Rosana (Valencia) y Laura (Albacete) que visitaban Balmaseda el año pasado. El fuego hizo que levantaran el campamento porque en la calle “bajaba una nube como las que salen en las películas de volcanes”. Ayer se divirtieron por partida doble.