Resiliencia. Esa es la principal característica que debe tener un agente que se dedique a investigar estafas informáticas y es que, “la tasa de resolución de estos delitos es bastante desesperante”. Así lo afirma Iñigo Pascual, jefe de la sección de Delitos en Tecnologías de la Información de la Ertzaintza, quien detalla que “detener a los estafadores es bastante complicado” ya que “muchas veces sabemos qué organización está detrás pero no quiénes la conforman” y a eso se le suma que “en muchas ocasiones los delitos pasan de limites territoriales y aunque llegues a saber quién ha sido no tienes convenio con ese país”.
“La resolución de este tipo de delitos es muy baja, solamente se resuelven entre un uno y un cinco por ciento de los casos. Sí que conseguimos detener trasferencias y que el dinero no llegue a los estafadores y en esos aunque no ganemos, empatamos”, cuenta.
Cada vez más agentes se especializan en delitos informáticos, según indica Pascual, “en 2020 éramos diez y este año terminaremos siendo 50 y aún así, seguimos siendo pocos”, y es que si en 2017 cuatro de cada mil ciudadanos sufría alguno de estos ataques, en 2019 ya eran 6,5 y en 2022 llegaron a ser nueve por millar. El pasado año en el primer semestre se cometieron 4.722 estafas informáticas en Bizkaia, mientras que este año han sido 5.901, un 25% más.
CYBERZAINTZA
Por todo ello, para fortalecer aún más la lucha contra la ciberdelincuencia, el Gobierno vasco ha creado Cyberzaintza, la nueva Agencia Vasca de Seguridad, que pasará de tener ocho personas a cuarenta. Su objetivo principal será la prevención de delitos informáticos, que han aumentado en un 31% respecto al mismo periodo del año pasado hasta llegar a los 12.878 en Euskadi.
De todos los delitos informáticos, las estafas suponen un 90% del total, y entre todas ellas, la más habituales, según Pascual, son, la estafa compra-venta y los cargos fraudulentos en las tarjetas de crédito. “Con los cargos fraudulentos la gente no sufre mucho porque el dinero vuelve si no ha habido un uso indebido de la tarjeta; en esos caso la entidad financiera te dice que vayas a la Ertzaintza y con el resguardo de la denuncia el seguro de Visa o Mastercard se hace cargo”, cuenta. Sin embargo, en las estafas de compra-venta no es tan secillo, ya que “hay una gran variedad de ellas”. “Es como una bola porque un delincuente se puede interesar por un producto, un coche por ejemplo, y para que les des fiabilidad, como son muy listos, te van a pedir la documentación del coche y te van a decir que no se fían mucho, que a ver si les puedes pasar tu DNI o el carnet de conducir, y con eso crean un anuncio idéntico al tuyo y realizan la estafa entregando tus documentos. Entonces las víctimas ven que la documentación es real y pagan. Cuando no les llega el producto y se dan cuenta que han sido estafados denuncian, pero la denuncia te llega a ti, que eres quien aparece como vendedor”, detalla. “La gente se tiene que dar cuenta de que cuando uno pone a la venta un producto no tiene que facilitar sus datos personales. Es importante concienciarse de que lo que no hagas en persona, no lo tienes que hacer en internet porque acabas apareciendo como delincuente y no como víctima”, indica.
Aunque estas estafas son las más habituales, no son las que más dinero implican. Son, según cuenta, las estafas del amor las que más afectan a económicamente a particulares, y, para evitarlas, Pascual incide en que “todo pasa por la educación y la prevención. “Si eres mujer y te contacta un viudo en el extranjero, con un hijo, militar o policía, y conoces la estafa te das cuenta de que te está intentando engañar. Y en el caso de los hombres si le contacta una mujer despampanante del Este con la que todo va fenomenal hasta que hay que abonar billetes para que venga y demás gastos es difícil que llegues a pedir créditos para pagarlo si ya conoces la estafa”, indica.
Por ello, señala que es “muy importante” leer e informarse sobre las estafas para conocerlas y hacer unas mínimas comprobaciones. “Hay que huir de los chollos; los chollos solo son problemas en internet. Si ves un anuncio de una gran oportunidad de compra y desaparece muy rápido no es porque alguien lo ha comprado sino porque es una estafa”, cuenta. Además, indica que es clave mirar la creación de las páginas web, ya que es altamente improbable que una marca conocida haya creado su página hace dos meses. Así mismo, es recomendable analizar con detenimiento la página web observando su aspecto, sus productos o el lenguaje utilizado, ya que muchas páginas fraudulentas presentan malas traducciones del castellano.
PROTEGERSE ANTES DE COMPRAR
Otra de las formas de protegerse del fraude es que antes de comprar un producto en una página web no conocida se busque información paralela sobre ella en la web, en redes sociales, blogs, etc. Ya que es muy habitual que otros usuarios que hayan sido víctimas anteriormente de una estafa en esas páginas reflejen sus comentarios o grado de satisfacción en internet.
A la hora de efectuar un pago, es imprescindible observar que estemos en un entorno seguro verificando que el https cuente icono del candado, y usar, en la medida de lo posible, opciones de pago seguro como PayPal, tarjetas virtuales o de prepago.
Sobre quien puede ser estafado, Pascual indica que el factor común no es ni la edad, ni el sexo, ya que “cualquiera que tenga dinero y esté metido en internet puede ser estafado”. Además, señala que cada vez hay más dispositivos y más posibilidades de hackear. “Los menores son nativos digitales y saben usar las redes sociales, pero de los peligros que hay no tienen ni idea, y luego a la gente adulta que nunca ha hecho uso de estos servicios los bancos les están obligando a digitalizarse, entonces, aunque van con más cautela, en el momento que les llama su banco para decirles que tienen que hacer una transacción la hacen”, asegura.
“Hemos pasado del ‘hacker’ de la vieja escuela a organizaciones criminales”
Así lo ha comprobado en sus veinticinco años dedicándose profesionalmente a los ciberdelitos, donde también ha visto cómo ha evolucionado el perfil del delincuente. “Los delitos en internet han pasado de estar hechos por el hacker de la vieja escuela que quería demostrar que sabía más que nadie en internet a ser perpetuados por organizaciones criminales que venden incluso servicios para que tú cometas un delito”.
En la dark web se pueden encontrar desde 1000 instalaciones de un malware por 5500 euros para infectar un millar de ordenadores, hasta datos. Y es que, según indica Pascual, hoy en día los datos valen casi lo mismo que el dinero.
25%
El pasado año en el primer semestre se cometieron 4.722 estafas informáticas en Bizkaia, mientras que este año han sido 5.901, un 25% más.
A TENER EN CUENTA
Huir de los chollos. Según el jefe de la sección de Delitos en Tecnologías de la Información de la Ertzaintza “los chollos solo son problemas en internet”.
Claves para evitar la estafa. Si se sospecha que una página puede ser fraudulenta es recomendable buscar en internet sobre esa web ya que es muy probable que alguna víctima haya hecho referencia sobre ella.
