Nada más recibir la nómina en su cuenta, David (nombre ficticio), vecino de Santurtzi que prefiere mantenerse en el anonimato, acude rápidamente al cajero para sacar todo el dinero que cobra porque si no, el banco le retira “prácticamente todo el dinero” para pagar los créditos que le han pedido a su nombre. Esa es la angustia con la que vive este santurtziarra de 60 años que agradece cobrar antes del día 1. “Gracias a Dios, recibo la nómina a finales y no a principios, porque si no, el banco me cobraría los créditos que han pedido a mi nombre nada más ingresarme la nómina y no tendría con qué vivir”, relata. “Hay veces que tengo que ir de cajero en cajero hasta dar con el que me pueda dar todo el dinero, porque en ocasiones no disponen de la cantidad que tengo que sacar”, cuenta entre lágrimas.

Y es que este santurtziarra vive un “verdadero calvario” desde que se interesó por invertir en criptomonedas. Relata que todo empezó al entrar en una página web en la que le aseguraban que podría duplicar sus inversiones rápidamente. “Para explicarme cómo podía invertir me dijeron que me bajase en el móvil una aplicación llamada AnyDesk, con la que ellos podían ver lo que hacía en mi móvil. Al principio solamente podían ver, pero como yo no entendía muy bien sus explicaciones de cómo funcionaba la página, me dijeron que pinchase en aceptar todo para que ellos pudieran ayudarme en remoto, y de esa manera, podían controlar mi teléfono”, relata.

"Hay veces que tengo que ir de cajero en cajero para sacar lo que cobro para que el banco no me lo quite"

“Cuando me explicaron cómo podía invertir y ganar dinero me parecieron muy profesionales y por eso invertí, motu proprio, quince mil euros, pero me siguieron pidiendo más”, cuenta. Sin embargo, se negó. “Veía que mis quince mil euros ni se duplicaban ni yo podía disponer de ellos, así que decidí no invertir más”, cuenta. “Pero al contar con el control remoto pudieron entrar en mi cuenta del banco y pedirme préstamos y sacarme tarjetas digitales. Yo pensé que al tener la huella para entrar no iban a poder andarme en el banco, pero al parecer, en algún momento metí la clave en una doble verificación y ahí me la pillaron”, señala. “En total, me han quitado cincuenta y cinco mil euros entre todos mis ahorros y los prestamos que han pedido a mi nombre y que ahora tengo que devolver al banco”, apunta sin poder aguantar el llanto. “Estoy endeudado hasta las cejas”, se lamenta.

Según afirma este vecino de Santurtzi, ya ha interpuesto la denuncia pertinente ante la Ertzaintza y, aunque desde la plataforma continúan llamándole para que invierta más dinero, señala que los agentes le han indicado que no conteste. “Me dicen que no coja más el teléfono, que deje trabajar a la policía, pero yo solo quiero que me devuelvan el dinero de los préstamos que yo no he pedido, los ahorros ya me da igual”, sentencia.

"Me dicen que me van a devolver el dinero si vuelvo a ponerles el móvil en remoto"

“El otro día me llamó la supuesta directora de la empresa, y hablé con ella porque me dijo que me iba a devolver treinta mil euros, pero que para eso tenía que encender el AnyDesk, para poder pasarme así el dinero. Al principio me ilusioné, pero cuando vi que me pedía encender el remoto me di cuenta que lo que quería era seguir estafándome. Tratan de engañarme todo el tiempo para sacarme más dinero”, relata.

El caso de David se suma al de Iñaki (nombre ficticio) un vecino de Elizondo que perdió 200.000 mil euros en una inversión trading del que se hacía eco Grupo Noticias. Y es que este tipo de estafas son cada vez más habituales y ponen a toda la policía en jaque.