Un proyecto largamente esperado como es el de la variante de Markina-Xemein comienza a ver la luz al final del túnel. La infraestructura, que persigue reducir el tráfico por el casco urbano de la localidad, especialmente de cara a evitar el paso de camiones de gran pesaje que se dirigen hacia la vecina Etxebarria, está solventando los últimos trámites –su aprobación definitiva, concretamente– a cargo de la Diputación Foral de Bizkaia y encara su fase final previa a la adjudicación de los trabajos. Ya se han conocido algunos detalles de su trazado y sobre el plazo de ejecución –30 meses– y el coste –29,6 millones de euros–. Cabe resaltar además que el Consistorio markinarra ha completado los deberes internos antes de llegar al punto actual, caso de la aprobación de su PGOU (Plan General de Ordenación Urbana), e incluso se ha puesto manos a la obra para diseñar el futuro del municipio, sobre todo, en lo referente a su centro urbano.

La carretera proyectada comienza en las inmediaciones de la rotonda existente en la carretera BI-633, junto al helipuerto, y finaliza en la zona del barrio Txoribenta, donde se produce en la actualidad la confluencia de las carreteras BI-2636 y BI-4404”, asegura el documento de la Diputación Foral de Bizkaia. El trazado tiene una longitud total “cercana a los 900 metros, cuenta con un túnel de 335 metros de longitud, y transcurre en trinchera a cielo abierto entre la rotonda de inicio junto al helipuerto y la rotonda final en la zona de Txoribenta, a excepción del tramo en túnel”, detalla el informe. Asimismo, cabe destacar que “se plantean dos rotondas: la inicial al oeste, que cuenta con tres ramales, y la final al este, que cuenta con cuatro ramales”. De la misma forma, “la reposición de la carretera BI-4404 en las inmediaciones de la rotonda final cuenta con otra estructura sobre la regata Muniberreka, de 51 metros de longitud”, concluyen los planes forales.

3.000 vehículos menos

Uno de los objetivos prioritarios fijados en el proyecto es “mejorar la seguridad vial reduciendo la intensidad del tráfico en el centro” de Markina-Xemein. Según datos del propio proyecto, “la variante posibilitará una reducción de casi 3.000 vehículos al día, que dejarán de circular por el casco urbano y pasarán a hacerlo por la nueva traza –aproximadamente el 53 % del total de los vehículos que actualmente discurren por el pueblo–, de los que unos 230 son vehículos pesados (camiones)”. Es de destacar que actualmente esos vehículos discurren por una zona muy transitada, junto a la iglesia y convento del Carmen, la plaza del ayuntamiento, Goiko Portale, y, especialmente, el paseo de El Prado, lugar de ocio para los markinarras que cuenta con zonas de juegos infantiles”. La disminución del tráfico que se pretende con la actuación “incidirá en una mejora de la habitabilidad, seguridad y sosiego en un espacio muy empleado por los vecinos de la localidad, entre ellos población infantil, como espacio de paseo, recreo y esparcimiento”, concluye.

Por su parte, Markina-Xemein ha debido realizar sus deberes antes de que el proyecto diera los pasos pertinentes hacia su conclusión. A comienzos del mes pasado se dio carpetazo por parte de la Diputación Foral de Bizkaia al plan general de ordenación urbana –PGOU–. “de vital importancia a la hora de estructurar el futuro” de la localidad, tras 17 años. Y, por otro lado, a comienzos de año efectuó un concurso de ideas abierto con jurado para la revitalización y puesta en valor del casco histórico, catalogado como bien cultural en la categoría de conjunto monumental, un espacio que ganará sobremanera a la conclusión de las obras de la variante sur. “Buscamos asentar las bases del Markina-Xemein del futuro”, estimó entonces el alcalde Luis Egurrola.

Al detalle

Túnel de 330 metros. La carretera proyectada comienza en las inmediaciones de la rotonda existente en la carretera BI-633, junto al helipuerto, y finaliza en la zona del barrio Txoribenta, donde se produce en la actualidad la confluencia de las carreteras BI-2636 y BI-4404. El trazado, tiene una longitud total cercana a los 900 metros, cuenta con un túnel de 335 metros de longitud, y transcurre en trinchera a cielo abierto entre la rotonda de inicio junto al helipuerto y la rotonda final en la zona conocida como Txoribenta –a excepción del tramo en el túnel–.