En vísperas de la Gran Recogida, que se celebrará este viernes y sábado en más de 250 supermercados de todo Bizkaia, el Banco de Alimentos ha lanzado un grito de auxilio a la población. "O llegamos al millón de kilos o tendremos que reducir las cestas de reparto", ha advertido este lunes su presidente, Luis Crovetto. Es el objetivo que se marca la entidad para esta cita anual en la que, por primera vez desde que empezó la pandemia, se recogerán de nuevo las donaciones en especie que hagan los vizcainos.

Dos años sin recogida física en tiendas y una galopante inflación han puesto sobre las cuerdas la capacidad del Banco Alimentos de surtir a las familias más necesitadas del territorio de alimentos tan básicos como aceite, legumbres o leche. Debido a la crisis del coronavirus, tanto en 2020 como en 2021 esta Gran Recogida, la campaña más importante para la entidad, se realizó mediante bonos y donaciones directas en una cuenta corriente, lo cual redujo sustancialmente la cantidad donada por los ciudadanos. El año pasado, sin ir más lejos, lo recolectado apenas alcanzó los 700.000 kilos. "Hay un 40% de personas que no les gusta dejar bonos, hacer donación en dinero, sino que prefieren hacerlo en producto", ha advertido Crovetto.

A ello hay que sumarle la inflación, que ha superado los dos dígitos en los últimos meses y que ha menguado en un 11% los alimentos que el Banco puede adquirir en los supermercados en los que se han hecho las donaciones. "El bono-alimento es un dinero que se deja en las cadenas de supermercados y no lo tocamos; a lo largo del año, vamos tirando de ese crédito y adquiriendo alimentos", explica el presidente del Banco de Alimentos. El sistema tiene sus ventajas, como no tener que almacenar y clasificar los productos, pero también desventajas: con el dinero que se consiguió recaudar en la campaña de primavera, en mayo, ahora se puede comprar un 11,5% menos, debido al encarecimiento de los precios.

Cesta básica de entre 8 y 10 kilos

Por todo ello, la Gran Recogida que se celebrará este viernes y sábados próximos es de una importancia vital para la entidad. Necesitan llegar a recaudar un millón de kilos de alimentos o, advierte, tendrán que reducir las cestas que reparten a las familias más necesitadas, de entre 8 y 10 kilos al mes para cada persona hoy en día. "A día de hoy, gracias a la generosidad de toda la población de Bizkaia y del Ayuntamiento de Bilbao, que supone el 50% de las donaciones que tenemos, podemos mantener la dieta básica que estábamos dando. Depende de esta Gran Recogida y de cómo evolucionen las cosas, podremos seguir manteniendo esa dieta o habrá que hacer cambios", ha advertido su presidente.

La entidad confía, no obstante, en que la generosidad de los vizcainos vuelva un año más a llenar los palés que colocarán desde el viernes en los supermercados. "Sabemos que el listón está alto pero la ilusión que tenemos es que la Gran Recogida salga bien, porque podremos seguir haciendo lo que hacemos", ha confiado Crovetto, sin que la crisis, que afecta a todos los bolsillos, haga mella en lo que los vizcainos donen a las familias que peor lo están pasando.

No en balde, es precisamente en los momentos más duros cuando la sociedad vizcaina ha hecho gala de su solidaridad y se ha volcado con los más necesitados. "En las épocas de mayor crisis es cuando los vizcainos se castigan más el bolsillo para hacer donativos y muestra su generosidad. Siempre nos deja mal, para bien, cuando nos marcamos estos objetivos", ha reconocido Amaia Urberuaga, responsable del transporte en la entidad.

606 lactantes atendidos

El Banco de Alimentos atiende actualmente a 24.143 personas, 7.493 familias, entre las que hay 4.917 menores y 606 lactantes. "Son niños de menos de dos años que están en riesgo de exclusión social y que me provocan un gran dolor", ha alertado Crovetto. Y eso que, ha subrayado, la RGI está frenando, en el caso de Euskadi, la sangría de personas que no tienen lo suficiente para llegar a final de mes. Estos dos últimos años, la población atendida por la entidad se ha estancado en el entorno de las 25.000 personas, cuando en 2020 se había disparado hasta las 30.000.

"Podemos estar orgullosos de vivir en Euskadi, donde la RGI es más generosa y las ayudas son más importantes. Y eso ha frenado el aumento de personas necesitadas, porque las ayudas son suficientemente buenas", ha subrayado el presidente.