El coste de la cesta de la compra ha experimentado una subida de un 15,2% en 2022, la mayor alza en los últimos 34 años. Una realidad que el consumidor no pierde de vista y que con toda probabilidad afectará al consumo cara a las próximas fechas navideñas. Aunque es pronto para conocer cuánto subirán los precios, a mes y medio para la Navidad ya se prevé es que el cordero experimente una “importante subida”, que el champán podría escasear por problemas de abastecimiento y que el besugo –siguiendo la tendencia de los últimos años–, seguirá sin ser la estrella de los pescados en las mesas de los vascos. “En Navidad vendemos cada vez menos besugo. La gente se decanta por otros pescados más baratos y que también están muy buenos a la parrilla o al horno”, apunta Adolfo Ruiz, el propietario de la pescadería Itsasoa de la calle Askao, del Casco Viejo de Bilbao. Según apuntan desde el sector de la alimentación, el pescado, en general, no experimentará “grandes subidas”, a excepción del marisco que se convierte en la estrella para los más sibaritas que se lo puedan permitir. “Ahora los percebes gallegos están a 100 euros el kilo y para Navidad el precio puede que se duplique. Pero como en todo, el precio variará dependiendo de la calidad de los productos. Unos percebes de Marruecos cuestan ahora 30 euros y su precio también subirá a los 40 o 50 euros”, calculan.

Adolfo Ruiz, propietario de la pescadería Itsasoa : “Al día compramos 12-14 cajas de jibiones, la gente los prepara, congela y los sirve en Navidad”

Adolfo Ruiz, propietario de la pescadería Itsasoa : “Al día compramos 12-14 cajas de jibiones, la gente los prepara, congela y los sirve en Navidad” Pablo Viñas

La Navidad ha sido siempre una época en donde se ha tendido a gastar más y en la que las familias hacen un desembolso mayor comprando alimentos y productos típicos de los menús navideños. Aunque la inflación ha subido, el pescado no experimentará “grandes subidas”, excepto los productos como los centollos, bogavantes, nécoras, almejas... “Lo que siempre se paga más es el marisco, porque sube la demanda y se realiza una recogida especial, más selectiva para estas fechas”, aclara José Feijoo, vicepresidente de Bizkaidendak y representante de los minoristas del pescado. En lo que al pescado se refiere, según Feijoo “es complicado calcular el precio en Navidad” porque su coste varia dependiendo de diferentes factores: “El pescado no suele subir porque sea Navidad. Su precio fluctúa dependiendo, por ejemplo, de las capturas. Ha habido veces que la merluza ha estado más barata en Navidad que en noviembre”, dice.

Así y, a pesar de que las ventas navideñas “van despacio”, el que más o el que menos ya comienza a diseñar la lista de la compra de los alimentos que vestirán la mesa cara a la cena de Nochebuena. Lo que sí se prevé es que el cordero –producto demandado por estas fechas– experimentará un aumento de unos 4 euros más por kilo. “Ha ido subiendo en los últimos meses y para Navidad igual”, explica Yolanda Aurtenetxe, carnicera de Carnicería Aurtenetxe del mercado de Otxarkoaga.

Esta profesional en el sector cárnico aconseja al consumidor fijarse en el etiquetado de los productos que se consumen para que, tal y como dice el refrán “no nos vendan gato por liebre”. Aurtenetxe destaca la importancia de saber qué tipo de productos estamos comprando y en de no dejarse llevar por lo más barato. “Cuando hay una diferencia significativa en el precio es porque es un producto exportado”, asegura, al tiempo que concreta que las subidas no son por capricho. “A nosotros las subidas nos vienen impuestas desde los proveedores. En la mayoría de las ocasiones solemos ajustar los precios para que no repercuta en el consumidor final”, explica.

El champán más caro

Otro de los productos estrella en los brindis navideños es el champán y también podría escasear en las próximas navidades. Además, según concretan desde diferentes empresas de alimentación su precio ya ha subido en algunas marcas los 4 euros por botella. Los altos costes en el transporte, y la falta de materia prima para embotellar han sido algunos de los factores que han elevado el precio de las botellas de champán en el mundo. Según expertos de la industria del vino, la situación seguirá empeorando y el champán, que ya se encuentra escaso, podría descender su oferta y alzará aún más su precio para la próxima temporada navideña. De esta manera, en algunas marcas concretas la botella ya se ha encarecido entre 3 y 4 euros y no se descartan que pudiesen subir más cara a Navidad. Otro producto que ya dejó de ser estrella en Navidad, el besugo, tampoco se servirá mucho en las mesas en Navidad. “Antaño, por tradición se compraba más besugo, pero en las últimas navidades ha ido no por la falta del producto, y ni siquiera por el precio, sino porque la gente ya ha dejado de comprarlo”. De hecho, hay otros productos también de buena calidad como la lubina, la merluza o el rodaballo que han ido ganando terreno en las cenas de Nochebuena y comidas de Año Nuevo. “Son muchos los factores que se tienen que tener en cuenta para explicar los cambios que se han dado, entre ellos está el precio, un besugo ahora mismo está a 55 euros y en Navidad seguro que subirá. Hay otros pescados que también salen muy bien y cuyo precio es más ajustado”. Pero independientemente de los precios y de los propios gustos, el diseño de los menús festivos nada tienen que ver con las de antaño. Pescateros y carniceros afirman que el mayor handicap al que se enfrenta en épocas como las navidades está más relacionado con los cambios en los hábitos del consumidor que a la propia subida de los precios.

“La gente ya no se gasta el dinero en comprar muchos productos. Ahora se tiende más a salir de poteo, a llenar la mesa de pintxos y de apañarse con algo que ya esté preparado previamente y que se pueda calentar”, apunta José Feijó. Por eso ahora, según explica Adolfo Ruiz, en estas fechas “vendemos muchísimo jibiones, que están a muy buen precio. Es un pescado de temporada y que se puede congelar, incluso preparado para sacarlo en Navidad. Los pocos que se están adelantado, es lo que están comprando, al día estamos vendiendo del orden de 12 o 14 cajas de calamares de Ondarroa”, cuenta este profesional quien también explica que el consumo en Navidad lleva años bajando. “Ya no es como antes. La gente se planifica de otra manera, va a lo más cómodo y se decantan por productos más asequibles. Todo influye y se nota en las ventas, cada año más”, concluye.