Como una niña con zapatos nuevos. Así estaba ayer la directora de la ferrería del Pobal, Marta Zabala, tras culminar el arduo proceso de restauración de la puerta sur de la Iglesia de San Julián de Musques en la que se han descubierto un conjunto de grafitos –24– con barcos, nombres y signos tallados presumiblemente entre los siglos XVIII y XIX. Una actuación coral en la que han participado, junto a la directora técnica, Silvia Rubio, destacados especialistas de diversas áreas cuyo trabajo puede visibilizarse desde ayer en la exposición abierta en este museo foral y profundizar a través del catálogo en el que han intervenido Carlos Glaría, Juan Manuel González Cembellín y Xabier Armendariz. Un hallazgo que como en otros ocasiones –la Venus de Milo descubierta por el pastor Yorgos Kentrotas, por ejemplo– no partía de una planificación previa sino que se produjo por casualidad durante la preparación en 2021 de una ruta entre los señeros barrios de San Juan y San Julián como fórmula para combatir el aislamiento de la ciudadanía muskiztarra durante la pandemia.

“Fue el etnógrafo y filólogo Carlos Glaría quien llamó nuestra atención sobre la puerta de la primigenia parroquia de Muskiz y sobre algunos grafitos que contenía. Ello despertó nuestra curiosidad investigadora y la apuesta por recuperar este legado que se ha revelado –junto la cercana ermita de Pobeña– como una referencia internacional en el ámbito de las representaciones votivas navales y pone de relevancia la pertenencia de este municipio a una cultura de tradiciones marítimas compartidas con otros pueblos” sostuvo Marta Zabala quien fue precedida en la presentación de este hallazgo antropológico por la Diputada foral de Cultura, Lorea Bilbao.

En el crucero de San Julián se reunía el antiguo Ayuntamiento. E. Z.

La responsable foral destacó que “hace más de dos siglos, algunas personas grabaron en la puerta sur de la Iglesia de San Julián una serie de barcos, nombres y símbolos dejando así testimonio de sus creencias y costumbres conformando un conjunto iconográfico singular. El hallazgo de este conjunto excepcional de grafitos navales ha supuesto un hito de especial relevancia para la historia y la antropología marítima de Bizkaia”, corroboró Bilbao.

Excepcional

El gran hallazgo que han supuesto los grafitos de San Julián no estriban solamente en su propia naturaleza como elemento patrimonial sino en el hecho de que vienen a complementar una tradición votiva muy rica y excepcional presente en Muskiz. “La importancia desde el punto de vista de la historia y antropología marítima del eje San Julián-Pobeña es máxima puesto que es el único, lugar de toda la geografía vasca, y probablemente peninsular, donde se aúnan todas las tipologías más importantes de exvotos navales”, señaló el especialista Xabier Armendariz quien reseñó que los exvotos son una práctica inmemorial de los marinos. “Los encontrados en San Julián se pueden enmarcar dentro de la categoría de propiciatorios, buscando la protección divina ante nuevas travesías o empresas, o como un acto gratulatorio tras un éxito mercantil o marítimo”, arguyó.

Detalle de una de las naves grabada en la puerta de San Julián. E. Z.