“Se encuentra bien y fuerte” y no parece que vaya a tener un triste final. No obstante, los pasajeros del barco capitaneado por Gorka Ocio, de Verballenas.com, se preocuparon al observar cómo una cinta de plástico de embalar oprimía el cuerpo de una increíble ballena jorobada. El animal fue visto en la tarde de ayer cerca de la costa, en las inmediaciones de Matxitxako, cuando la embarcación regresaba de su paseo por alta mar. Esta preocupación llegó después de que el pasaje pudiera disfrutar de la belleza de un cetáceo que no suele prodigarse por estas aguas, sino que prefiere nadar en otros mares más cercanos al trópico. Tras estar prácticamente todo agosto sin poder salir al mar por culpa del viento, las grandes olas y el temporal de los últimos días, el barco de Verballenas logró completar un precioso viaje que terminó con la aparición de esta ballena jorobada o yubarta. “Un chaparrete soplo llamó la atención del siempre vigilante equipo ballenero seguido de una cola que salía del agua para desaparecer en ella. No daba crédito del aviso. Estábamos ante una de esas míticas ballenas de aguas tropicales frente a nosotros. El subidón fue exponencial cuando vimos debajo del agua sus grandes aletas pectorales blancas y tras salir a respirar arquear su cuerpo con su característica aleta dorsal y sacar la cola plagada de crustáceos megabalanus”, explicaba extasiado Ocio, responsable de Verballenas.com, un servicio turístico santurtziarra. Tras hacer su aparición, el animal puso rumbo norte y después oeste a buen ritmo.

Cola de la ballena jorobada. Gorka Ocio

“Esta energía mostrada no nos hacía presagiar lo que después hemos descubierto en las fotos. Una horrible cinta de embalajes de cajones sin cortar y tirada al mar aprisionaba su cuerpo como una tenaza detrás de su espiráculo. Una maldita cinta de plástico que lleva desde hace muchos años aprisionándole el cuerpo y que mientras crece la ballena le oprime de forma inmisericorde. No podemos hacer nada por ella. No podemos liberarla. La ballena está fuerte y con energía y es imposible intentar ayudarla. Solo le deseamos lo mejor y con esperanza de que acabe de romper el plástico”, reza Ocio. Según cuenta tras observar las fotos que sacó del animal, la cinta podría estar parcialmente rota y “con suerte”, la ballena “se liberará sola”, eso sí, convivirá con una “bestial cicatriz que a buen seguro le dejará como recuerdo en su cuerpo”.

Cuerpo de la ballena jorobada avistada en Matxitxako. Gorka Ocio

Que los plásticos no acaben con la vida marina. Esa vida que provoca incluso lágrimas en quienes la ven. “La gente lloraba de emoción. Viajábamos con personas llegadas desde Madrid, Barcelona o Girona” con la esperanza de ver los tesoros que esconde el mar Cantábrico en forma de animales. No se fueron con las manos vacías. A esta ballena le acompañaron ayer “una familia de delfines mulares con crías pequeñas, dos ballenas picudas, cinco tiburones azules y varios delfines comunes dando saltos”. “Las salidas son una pasada y cumplen el objetivo que llevamos como el lema: conocer, amar, proteger. La gente protege lo que ama y para amarlo, primero hay que conocerlo”, explica Gorka Ocio, quien disfruta haciendo partícipes a cuantas más personas mejor de esta pasión por el mar. “Que la gente sienta este patrimonio también como suyo, que esté orgulloso de lo que tenemos y lo cuide para que no desaparezca jamás”, añade.

Delfines comunes Gorka Ocio

Las salidas con Gorka tienen todas las plazas reservadas en agosto y también en septiembre aunque han podido rascar un viaje más de los previstos, organizado para el día 4 del mes próximo.

Esperan repetir avistamientos tan bonitos y especiales como los que este año les han llevado a disfrutar de cinco grandes machos de cachalotes o de increíbles saltos protagonizados por ballenas picudas. Todo un espectáculo de la naturaleza digno de conocer, amar y proteger.

Lo que le ha pasado a esta ballena, por desgracia, es bastante frecuente entre los habitantes del mar. “Los plásticos son un problema. Pediría a los ayuntamientos que colocasen barreras de algún tipo para evitar que la basura que se genera en las fiestas caiga a los puertos y al mar y también a los ríos y la ría, porque lo que va ahí acaba en el mar”, solicita. Con estos parapetos, seguirá habiendo porquería, “porque hay gente que no respeta nada”, pero esta se reduciría sobremanera. Según afirma, los globos de helio también son armas olvidadas en el mar. Cuando acaban en el agua, animales como las tortugas marinas–“de las que también tenemos aquí”– las confunden con medusas y se las comen, provocándoles, incluso, la muerte.

Otro de los grandes damnificados por los plásticos, estos por las nocivas redes de malla, son las marsopas. Ocio y los suyos llevan doce años sin ver a este delfín pequeño en serio peligro de extinción. “También estamos notando que vemos menos calderones, un cetáceo que hace ocho años veíamos prácticamente todos los meses varias veces y ahora es una rareza”.

Cachalotes y soplo Gorka Ocio

Son los plásticos los que están generando más problemas visibles. Y es que tal y como explica Ocio, las altas temperaturas de este verano no han impedido que las aguas estén vivas. “Vemos ballenas azules, picudas, calderones, delfines... Quiere decir que hay comida en la mar. Los animales hacen turismo gastronómico. Si hay comida, la mar está bien. Hay biomasa”. “El año pasado vimos tres ballenas azules, cada vez se ven más en nuestras costas, es el animal más grande del mundo y se alimenta de lo más pequeño que es el krill, si vienen, es porque hay krill y eso es muy bueno”.