- La familia va más allá de la sangre, ejemplo de ellos son las familias de acogida, que son parte de una medida de protección para menores. Las familias de acogida de Bizkaia se reunieron ayer en una jornada lúdica con el objetivo de estrechar lazos entre ellas y a su vez sensibilizar, divulgar y fomentar el acogimiento familiar en la sociedad. Este encuentro anual, que se vio interrumpido los años 2020 y 2021 por la pandemia, se celebró en Landako Erakustazoka de Durango y en él participaron 231 personas, de las que 90 han sido niñas y niños.

El diputado foral de Acción Social, Sergio Murillo, compartió la jornada con las familias acogedoras, a las que expresó su apoyo y reconocimiento. El evento estuvo dirigido a las propias familias acogedoras, que pudieron disfrutar de actividades como photocall; juegos en familia; talleres, entre ellos uno de talo; hinchables, elaboración de un grafiti, disko-festa y, como colofón, una comida popular.

Sergio Murillo afirmó que “la red de familias de acogida son el gran tesoro que tenemos en la Diputación Foral de Bizkaia. Familias que están ayudando a estas niñas y niños a construir su nueva historia de vida. Y hoy, no podía faltar nuestro mensaje de agradecimiento, personal y colectivo, de toda Bizkaia”.

El acogimiento familiar constituye la mejor alternativa para muchos niños, niñas y adolescentes que por muy diversos motivos no pueden vivir en sus propias familias: es una medida de protección que facilita que puedan ser atendidos por una familia de acogida manteniendo el vínculo y la relación con su familia de origen mediante visitas y contactos que son establecidos y controlados por los y las profesionales competentes.

Sin embargo, no todo aquel que lo desee puede ser familia de acogida, ya que la Diputación establece ciertos requisitos para que la estancia de estos menores sea beneficiosa además de exitosa. Entre estos requisitos están el hecho de tener medios de vida estables y suficientes, ser flexibles ante las actitudes y adaptarse a las situaciones nuevas o tener una motivación para el acogimiento en el que lo más importante sea el interés del niño o niña y la protección de sus derechos.

Murillo recordó en la jornada vivida en Durango que Bizkaia necesita de manera constante personas o familias para acogimientos para menores de todas las edades y para cualquiera de las cuatro modalidades existentes: de urgencia, temporal, permanente y especializado: “Hay una realidad social por la que puedes hacer mucho, acogiendo. Cambiar la historia de vida de una persona menor, es algo que no podemos hacer por ti, aunque nos tendrás ahí apoyándote”, concluyó en su llamamiento.

Para aquellas familias que quieran ser parte de estas acogidas, la Diputación establece un proceso en el que se informa, se forma, se valora y se sigue la evolución de la convivencia con los menores. -